Nueva forma de discriminación fascistoide contra los policías
¿Los policías son humanos? ¿Los Derechos Humanos, son discriminatorios? En Bolivia los policías honestos no tienen como exclamar sus denuncias. Al parecer tampoco tienen otras organizaciones para que reclamen por ellos. El gobierno clausuró lo que antes se denominaba “ANSSCLAPOL”. En Bolivia el actual gobierno, continuación de la gestión de Evo Morales, han secuestrado a la Policía para convertirlo en una “Guardia Pretoriana” para el servicio político e incluso de ponerles en contra del propio pueblo, fomentando la corrupción y la delincuencia uniformada.
Una nueva forma de someter a los policías y acallarlos psicológicamente, es discriminándolos por el factor de la obesidad, incluso lograron humillarlos y de hacerles bullying el Ministro de Gobierno a través de las Redes Sociales. La obesidad es reconocida como enfermedad crónica, producida por el consumo excesivo de grasas, azúcares y carbohidratos, como también por los efectos colaterales de otras enfermedades. Con este factor están afectando la discriminación laboral. Desde la aplicación de los Derechos Humanos el concepto de discriminación en el trabajo surge de factores como género, etnia, raza, edad, orientación sexual, religión, discapacidad y obesidad. Con su actitud discriminadora sistemáticamente para encajar miedo a los policías en su mismísima fuente laboral. Por otro lado, la obesidad como enfermedad se puede curar; lo que no cura es la corrupción.
Presidente Arce y Ministro del Castillo, la corrupción a partir de su gobierno hasta el día de hoy sólo se han visto análisis e investigaciones superficiales, la situación requiere un análisis profundo y responsabilidad desde la propia administración del Estado y mucho más en la Seguridad Ciudadana y la función misma de la Policía, desde donde solo vemos montañas rusas, no vemos movimiento vertical ni meritocracia. Los buenos destinos son para policías que responden a proteger las actividades del crimen organizado y recaudar fondos que a través de los superiores en grado llegue hasta las altas autoridades. La fuerza policial debería centrarse en el crimen como ordena la misión constitucional y fundamentalmente en la prevención de los delitos para la seguridad del ciudadano.
En sus narices algunos policías le “afanaron” 800 kilos de cocaína; se le ha “funado” Marset, ahora se ven involucrados en el decomiso de 1 millón de dólares, ni que decir de las denuncias cotidianas de “coimas”, ojo, no ocurre con todos los policías; sino únicamente en especialidades generadoras de dinero, el crimen no es un individuo imprudente. Pero son un grupo sofisticado con cobertura política de oficialistas.
El crimen es seguro mientras la fuerza policial siga siendo débil, siga bajo el control de solapados civiles políticos que operan con confianza desde la protección del gobierno… «En Bolivia los malos triunfan, porque los buenos están callados». Cualquier forma de trato menos favorable es una desventaja. No importa que la discriminación se haga intencionalmente o con malas intenciones. Lo crucial es el efecto perjudicial que el trato desigual tiene sobre los afectados. Para Nietzsche “La mala conciencia es la crueldad que al no poder exteriorizarse debido a que el hombre se encuentra encerrado en la sociedad, y obligado por ésta a ser pacífico, se vuelve hacia uno mismo”.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo