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Los aceptamos “burros”; pero no abusivos, prepotentes y maleducados

Sin duda, una de las razones por las cuales hemos llegado a la falta total de restricciones en el comportamiento de la vida de las autoridades y de los partidarios del MAS-IPSP en la vida cotidiana está siendo rechazado por las groserías y actos de mala educación, porquería, cosa sin valor, inferior, inútil… Yendo atrás en el tiempo, la calificación se agrava, porque en el s. XX por ejemplo a los “mete manos”, “a los mentirosos”, “a los sátiros”, “a los borrachines”, “a los mentirosos”, “a los violadores”, “a los pedófilos” y etc. etc. se los denominaba “vagos y “malentretenidos”, hoy en día la gente los llama “MASistas”.

Todos esos adjetivos —individualmente tomados, mezclados y sumados— se representan en la “Revolución Cultural” del Proceso de Cambio. Con la particularidad que, a diferencia de los anteriores regímenes políticos esta nueva tendencia hizo musculatura para volverse agresiva, provocadora, amenazadora, grosera y peligrosa. Donde se encuentran en grupo cualquier pacifico ciudadano corre el riesgo de que un grupo —horda— de “sujetos azulados” le hagan pasar un pésimo momento. La policía advertida ya por los numerosos casos de agresiones y disturbios, con lesionados, dispone una vigilancia tibia (por temor a ser procesados) que, a la vez, es burlada por nuevos artilugios de los politiqueros del MAS-IPSP.

Esta actitud es más bien una forma de grosería y grosería agravada por una inhumanidad inhumana, ante la cual los ciudadanos educados no se encuentran preparados para mitigar la arrogancia y la impropiedad de los politiqueros del oficialismo que descargan sus frustraciones y la repetición de las acciones diarias sobre personas desarmadas y forzadas a sufrir sin poder evitar el acoso de los demás.

No hace falta ser Sherlock Holmes, ni pertenecer a las legendarias huestes de la Scotland Yard, ni ser gran investigador, para detectar a un “sujeto azulado”. Hasta los turistas mas desprevenidos advierten al “raro”, turbio, apenas enfrentan a uno de ellos. Porque hoy en el Estado Plurinacional son virtudes: las bravuconadas, los mete manos, los sátiros, los corruptos, los mentirosos, los narcotraficantes, los contrabandistas, los gigolos, los terroristas, etc. etc. Hoy la misión del presidente Evo Morales y sus autoridades de los cuatro Órganos del Estado intentan minimizar las fallas de sus acólitos políticos, más aún si son autoridades quienes son denunciados (o hacen que las opiniones funcionen) como si fuera legítimo hacer sus propias comodidades y quedar impunes.

El “sujeto azulado” —generalmente no anda solo— despide un aire a delincuencia que se transmite a quien lo mira. Los prejuicios personales son un excelente punto de partida, especialmente cuando necesitan un chivo expiatorio para volver el odio de los demás hacia los opositores y contra todos los ciudadanos. Esto es además demostrado por el ilegal binomio Evo-Álvaro que pretenden legitimarse en las elecciones de octubre. Evo Morales, debe respetar los resultados de la consulta, el carácter vinculante del 21-F y cumplir con la C.P.E.

Sin enfurecer o abusar, es correcto devolver a la sociedad un comportamiento correcto y responsable, sin el cual la convivencia civil se vuelve cada vez más imposible y la laxitud es la reina, sin dejar espacio para un sentido de responsabilidad.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo