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LA POLICÍA EN TIEMPOS DEL COVID-19

Weber escribió: “El Estado, como todas las asociaciones o entidades políticas que históricamente lo han precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima (es decir, de la que es considerada como tal)”. En esta esfera es que el Estado ejerce la «violencia legítima». Por eso como institución no les queda más recurso que actuar de esta forma enmarcados en la C.P.E. y la L.O.P.N. Particularmente como ninguna otra institución del Estado, la policía está presente en muchos aspectos cotidianos de los ciudadanos con funciones de auxilio, prevenir la comisión de delitos, esclarecer los ilícitos y de ejecución. En el ámbito local, constituyen a menudo el cuarto punto de contacto entre la ciudadanía y el Estado. La naturaleza de su trabajo la posiciona siempre al frente en situaciones de crisis y conflictos que requieren su involucramiento inmediato.

El caos desencadenado por la pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto muy particular en las unidades policiales. En efecto, la policía, junto con los bomberos y todas las especialidades, están en la primera línea de respuesta, atendiendo las emergencias y nuevas funciones derivadas de la crisis sanitaria mientras continúan con todas las responsabilidades de mantenimiento de la seguridad pública.

La pandemia convirtió a los policías en la primera línea de respuesta junto a los profesionales de la salud convirtiéndolos en un colectivo de alto riesgo. De hecho, algunas entidades policiales están haciendo frente a un número significativo de bajas por contagio o por medidas preventivas de cuarentena. Todo esto, claro está, está afectando a su capacidad operativa. Además, las medidas de cuarentena rigurosa y cierre general de actividades han modificado las rutinas y el comportamiento de las personas. Estos cambios también están afectando los esquemas de la delincuencia. Sin embargo, el partido del MAS-IPSP en la Asamblea Plurinacional aprobaron una ley que limita labor de la Policía y FFAA y prohíbe detenciones o arrestos “innecesarios”, favoreciendo al mundo delincuencial.

La función policial en esta crisis del COVID-19 afrontan un desafío mayor a partir de niveles altos de criminalidad y percepción de inseguridad, y en algunos casos, con importantes desafíos institucionales.  Por ello, y ya que la crisis de salud pública es probable que continúe, es importante examinar hasta qué punto los policías pueden realizar este esfuerzo de manera sostenida en el tiempo, mientras que los políticos de turno solo se preocupan por su seguridad en el orden de la política.

En este contexto, este gobierno de transición aun no restituye las funciones de Identificación Personal, administración de otorgación de licencias de conducir, Policía Aduanera y otras que le fue despojadas por el narco gobierno del MAS-IPSP, no existe la voluntad política para asumir los cambios que se está generando en el trabajo policial, y cuál es su impacto potencial en la efectividad y legitimidad de la Policía Boliviana.

Los riesgos y desafíos para los policías en la actual coyuntura son nuevos y de inmensa magnitud. Por tanto, las medidas que se tomen para atender esta crisis pueden tener a medio y largo plazo un considerable impacto tanto en las propias instituciones como en la valoración y confianza que tenemos los ciudadanos en ellas.

El contraste de esta esperanza es el papel del político y de los ciudadanos. La pregunta es si los políticos en función de gobierno y los ciudadanos egoístamente “solo piensan en sí mismo” o lo hace para proteger a todos los «guerreros de primera línea» también. Asimismo, estamos presenciando el poder del individuo. Porque las recomendaciones de los científicos dicen que cada individuo es importante para tratar con éxito el virus. En un Estado racional ideal, la policía es justa y razonable en sus prácticas, y el gobierno debe ser imparcial, basado en esta realidad. Sin embargo, posteriormente le arrojan excremento cuando llegue el momento.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo