El MAS-IPSP está sembrando nabos en la espalda de los bolivianos
Posiblemente la pandemia y la guerra Rusia/Ucrania sea una oportunidad para todos, para realizar algunas reformas económicas más profundas. Para la gestión económica 2022 el “Gobierno” delineó sus objetivos de continuar financiando a las empresas públicas y redistribución de los ingresos con desahorro público, crédito externo e interno y deuda flotante porque no es posible de hacerlo únicamente con los ingresos corrientes esperados que se generen durante el próximo año, según cifras registradas en el PGE 2022. Para lo que inicialmente decidió luchar contra el coronavirus, hasta que se produje la guerra en Europa, consecuencias que podría tener para el subdesarrollado y el sistema económico nacional. Por supuesto, existe el temor a que tendremos consecuencias económicas catastróficas, si las autoridades del Estado Plurinacional no adoptan algunas medidas nuevas y más severas, como disminuir el “gasto público”.
Está claro que medidas del gasto público tiene que ver con el crecimiento de los soldados del proceso de Cambio “servidores públicos” desde el año 2005, que en la actualidad está alrededor de a 580 mil (militantes MASistas), pero definitivamente es una locura hacer crecer la “burocracia” con un solo objetivo. Ese objetivo es implementar el sistema de partido único o “partido Estado” que por definición se refiere a un marco político en el que el consorcio MAS-IPSP pretende perpetuarse en el poder para administrar el gobierno. Esto se está desarrollando de dos maneras. En primer lugar, las actividades de la oposición pueden ser calificadas de estar fuera de la ley, de modo que incluso los líderes de la oposición son perseguidos judicial y policialmente para coartarles el derecho a participar en las elecciones. En segundo lugar, las posibilidades de que la oposición tome el poder se ven frustradas por el marco legal desfavorable que existe. En algunos casos, un partido político único, dominante, que está en el poder solo permite la existencia de otros partidos menos dominantes que están aliados con él, mientras que proscribe completamente a los partidos de oposición. A ello se denomina “Partido Estado” que podría operar en un contexto autoritario o incluso, en algunos casos, en un marco multipartidista.
Para determinar si un marco político en particular es bueno o malo para la gobernabilidad, para ello es necesario tomar en cuenta cuatro factores importantes que la determinan y que incluyen; la autonomía de los Órganos del Estado (Poderes), la estabilidad política, el desarrollo económico y la construcción de la visión de país. Lo que es más importante, es necesario permitir cierto nivel de libertad y sana competencia política dentro del marco político que se adopte. Al final de cuentas, todo se reduce a la esencia de la gobernanza, que tiene que ver con las estructuras y los procesos diseñados para garantizar la transparencia, el Estado de derecho, la equidad y la inclusión; el empoderamiento y una amplia participación.
Dijo, Tamayo: “Se pueden sembrar nabos en la espalda del pueblo” y es ello que están haciendo el gobierno del MAS-IPSP. Este modelo partidista ha perpetuado mitos que pueden, por ejemplo, proporcionar un terreno fértil para la xenofobia contra los denominados k’aras porque presentan solo un lado de la historia. Por ello sería muy peligroso una nueva elección, porque 580 mil servidores públicos —parásitos— multiplicado sólo con la pareja, nos da un resultado casi similar al total de habilitados de Cochabamba. No tiene sentido continuar manteniendo esta burocracia similar al régimen estalinista y los nazis. Estos son dos ejemplos separados de totalitarismo, dos sistemas criminales separados, aunque a veces tienen similitudes estructurales. El filósofo Kant formuló el siguiente mandamiento: Actuar de tal manera que se trate a la humanidad, ya sea en su propia persona o frente a los demás, siempre como un fin y nunca simplemente como un medio.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo