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NUESTROS MUERTOS COMO BANDERAS

¡Tan bueno que era…! ¡Era muy valiente…! ¡Era honesto…! “Era…”, ¿Seguimos esperando que nos los luchen?  ¿Qué otros nos defiendan? Porque nos volvimos conformistas e indolentes comportándonos indiferentes con las personas que en vida protestaron y gritaron las verdades ¿Cómo se siente un ciudadano honesto que es encarcelado por reclamar la verdad cuando ve que los políticos que toman las decisiones no están afectados por las mismas obligaciones?

Los que están por encima de la ley, los que exceden los plazos, los que violan la Constitución son los políticos y hasta logran violar los derechos fundamentales, porque al violar esta voluntad se vuelven poderosos no por la voluntad de los ciudadanos sino por la voluntad de la podredumbre en la que se guían por la vieja práctica política. La inversión de valores está establecida por el MAS-IPSP, pero el problema es de quiénes las aguantamos porque permitimos que en nuestras narices las investigaciones de delitos cometidos por los politiqueros declaren «en reserva» como el caso «narcoaudios» un acuerdo con los fiscales y el Órgano Judicial, fuera de la ley, de los plazos legales y violando la transparencia, pero como siempre estos están por encima de la ley, los que están sujetos a ella son solo los ciudadanos honestos.

El hombre es un ser social y vive en un pequeño o gran grupo. Para que todos puedan vivir en paz, deben respetar ciertos principios y reglas, que hoy llamamos disposiciones legales. El actual comportamiento de los políticos en función de gobierno y algunos malos policías que hacen caso omiso de los demás crea caos, perturba la armonía y la tranquilidad entre las personas, en la familia o en una comunidad más grande, en consecuencia, en la sociedad boliviana.

La solución es muy fácil: Las reglas que queremos en los demás, debemos respetarlas a nosotros mismos. El Estado de derecho no se construye cuando sólo se espera que las personas obedezcan las leyes, sino cuando los políticos no infrinjan las leyes que ellos mismos han aprobado. El pueblo está lejos del banquete donde comen los políticos y donde giran sus intereses. Parece una masa amorfa y esperan a otro jefe corrupto que prevenga el robo. No se alarma cuando le roban al Estado, porque no experimenta el Estado como propio, sino como un bastardo, lo que reduce su libertad de vivir la vida tribal sin leyes. ¡Menos con normas sociales!

Los Fiscales y Jueces por someter sus cargos al interés de los políticos que infringen manifiestamente las disposiciones legales con prácticas flagrantes contrarias a la ley, deben procederse a la suspensión inmediata y no esperar a todo el proceso de verificación e investigación administrativa. Nos convirtieron en un país que no tiene justicia, juicios normales ni antes del MAS-IPSP, ni durante la administración del consorcio de las Seis Federaciones del Trópico (MAS-IPSP).

Tenemos casos de perseguidos y encarcelados sin base fáctica. También tenemos procedimientos que dos o tres o cuatro veces han pasado por los tribunales y todavía no se han resuelto. También hay casos de prescripción y castigos ridículos. Todos estos están sujetos a revisión e investigación por parte de los fiscales. Sin embargo, cuando los valientes que levantaron la vos para defender nuestros derechos son perseguidos judicialmente, encarcelados y/o asesinados por la tortura judicial, ya no devuelve a la familia esta pérdida irreparable y menos el ¡…tan bueno que era! Ni después de eso es posible crear una base para que las autoridades competentes en la acusación y los tribunales respondan. El sistema de justicia tiene muchas dificultades y aspectos negativos a merced de los políticos totalitarios que atentan contra la construcción del Estado de Derecho.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo