La guerra Rusia/Ucrania desde la óptica de la globalización
“La globalización no es, en mi opinión, un hecho de la historia moderna que deba difuminarse con una respuesta culturalista y autárquica, sino un hecho positivo, un progreso en la historia. Acepto al hacerlo cierto pensamiento común a las ideologías socialista y burguesa. Pero la historia no tiene un final y la globalización está lejos de haber concluido. Aquí es donde divergen los caminos socialista y burgués. El burgués pretende fijar la evolución, más o menos sometida a la perspectiva de la acción unilateral del capital. El socialismo, por su lado, permite comprender por qué esta globalización capitalista permanece truncada, generando, reproduciendo y profundizando, paso a paso, la polarización mundial” (Amin, 1999: 95-96).
Entender a Rusia siempre ha sido difícil, para ello es necesario comprender ¿Que filosofía asimilaron para el nacimiento de su filosofía y su pensamiento?; Comprender las teorías de Beel y Lipset acerca del fin de las ideologías; Evaluar si las Organizaciones Internacionales cumplen su función desde el Derecho Internacional, respecto al Derecho Internacional Humanitario, cuyo objetivo es el de mitigar y limitar los efectos causados por conflictos bélicos; La importancia de la geopolítica europea de los medios y métodos de combate que pueden aplicarse durante un conflicto, y la importancia del fenómeno de la Globalización como el fenómeno de los procesos de interconexión financiera, económica, política, social y cultural posibilitada por las TIC. (Tratados Internacionales de Comercio). Posiblemente así entenderemos la actual guerra Rusia/Ucrania para cuestionar los valores liberales de Occidente y su interpretación de la Rusia de Putin.
Muchas cosas han cambiado desde la década de 1950. Hoy, los europeos comienzan a darse cuenta de que deben adaptarse a las realidades geopolíticas del s. XXI. La era del Atlántico está allanando el camino para la era del Pacífico. Los europeos no deberían hacerse ilusiones de que las cosas mejorarán por sí solas. Ahora es el momento de encontrar el coraje y la voluntad de asumir la responsabilidad de sus estrategas.
La principal amenaza para los partidos políticos y gobiernos nacionalistas en Europa no es Bruselas, sino las ONGs, las Fundaciones y los medios de comunicación financiados por George Soros, las armas de apoyo para el ataque a la información libre. La filosofía globalista ha sido adoptada por otros “filántropos”. Agarran tanto a la izquierda como a la derecha. El único motivo es el dinero. Al mismo tiempo, las democracias occidentales se esfuerzan por hacer frente a los trastornos causados por la globalización, la inmigración, la tecnología y el cambio climático.
Por razones históricas, Europa ha permanecido durante mucho tiempo a la sombra estratégica de Estados Unidos, que a su vez apoyó financieramente décadas de globalización y prosperidad. Pero el equilibrio mundial de poder está cambiando rápidamente, dejando a Europa cada vez más expuesta. La Unión Europea, y en particular Alemania, debe responder al nuevo desafío que plantea la retirada de Estados Unidos del liderazgo mundial. Pero dada la nueva competencia de China, junto con las aspiraciones renovadas de Rusia, los países occidentales deben encontrar una forma de trabajar más estrechamente.
A pesar de la retórica populista, la globalización económica en realidad ha creado prosperidad y reducido la pobreza, además de abrir nuevas oportunidades de desarrollo en todo el mundo. Pero sin el apoyo de Occidente, este sistema no puede sostenerse. Lo que necesitamos ahora para abrir nuevas oportunidades para el orden mundial que es una globalización de la sociedad civil, así como recordar a las personas y comunidades que el Estado todavía es capaz de actuar con eficacia. Esto nos lleva a pensar ¿Si Rusia actúa en la búsqueda de una política equilibrada por parte de la UE creando fricciones dentro de la alianza transatlántica (OTAN)?, ¿Hay alguna forma de que el resto del mundo entendamos realmente a Rusia? ¿Somos capaces de comprender el significado de los ataques del Kremlin al orden europeo? ¿Se trata de una Guerra Fría nueva o antigua? ¿Cuál de las dos potencias (OTAN-EE.UU./Rusia) nos conviene? Deberíamos ver estos intereses de quienes se disputan del poder para alcanzar el “Estado Profundo”, o gobierno universal.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo
