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Refutación al libro «Policía en Bolivia» del ilustre Militar, Sociólogo, experto en seguridad e historiador Juan Ramón Quintana Taborga

Cochabamba, 26 de febrero de 2012

Señor:

Cnl. DESP. Alberto Jorge Aracena Martínez

COMANDANTE GENERAL DE LA POLICIA BOLIVIANA a. i.

La Paz.-

Ref.: Solicita se formalice tramite de desagravio a la función e institución policial por el autor del libro Policía en Bolivia (Historia no oficial).-

Señor Comandante General:

Por el debido conducto regular y ante el silencio de mis camaradas que considero que es por las atareadas jornadas de trabajo enfrentando la inseguridad ciudadana que no tuvieron la oportunidad de leer e interpretar el libro titulado «Policía en Bolivia – Historia no oficial» del autor Juan Ramón Quintana Taborga.

Actualmente me encuentro en situación de disponibilidad en la letra “C”, sin embargo no puedo sustraerme a la realidad por reconocimiento a la Academia Nacional de Policías que me dio una profesión digna y a mi institución policial que me sustenta para cubrir mis necesidades, luego de haber leído y analizado el libro, escribí un breve resumen titulado «Refutación al libro ‘Policía en Bolivia’ del ilustre Militar, Sociólogo, experto en seguridad e historiador Juan Ramón Quintana Taborga», la misma que no es nada más que una transgresión a la dignidad y el honor a la función y a la institución policial, invadiendo falazmente los dominios de la verdadera historia.

Por lo que a iniciativa personal por el respeto y amor institucional solicito por su intermedio se deba exigir el respectivo desagravio a la función e institución policial. Adjunto al presente en fojas Siete (07) útiles el mencionado resumen.

Con este especial motivo saludo a usted con las consideraciones más distinguidas.

Atentamente:

 

My. Juan Waldo Panozo Meneces

POLICIA – POLITOLOGO

c.c. COMANDEPOL

c.c. C.G.G.J.J.O.O. – Cbba.

c.c. ANSSCLAPOL – Filial Cbba.

Historia temprana

¿Puede haber orden sin ley?, o ¿ley sin orden?, ¿Pueden dictarse leyes sin entidad o personas encargadas de hacerla cumplir?

En este cumplimiento coercitivo de orden y cumplimiento desde tiempos remotos, nace el espíritu militar, la disciplina y los conocimientos básicos para desarrollar misiones idóneas de la función policial. La Policía Boliviana no es una imitación del ejército como afirma Quintana.

La historia de la función de policía es tan remota como la religión misma en la historia de todas las civilizaciones humanas organizadas. La función policial estaba ya presente en las civilizaciones antiguas desde la Mesopotamia, la Dinastía China, el Imperio romano, el Imperio incaico etc. etc.

Para hablar y escribir la historia policial en Bolivia, los eruditos en reconstrucción científica  veraz, confiable y responsable, mínimamente deberían tomar en cuenta la página  http://www.aviacionboliviana.net/uae/pn/HistPolNal.pdf. Refiriéndonos desde los pueblos   Wankarani, Chapín, y otras culturas anteriores a los Quechuas y Aymaras en el Alto Perú que dieron origen a las sabios valores éticos morales del —Ama suwa, Ama llulla y Ama quilla—, no con la visión futurista para los siglos venideros, sino, es porque habían estas lacras entre los pobladores y tenían la necesidad de que alguien tenga la tarea de hacer cumplir y no era precisamente función personal del el soberano.

Luego de establecerse los primeros conquistadores en Hispanoamérica llegaron las “Ordenanzas de Barcelona” (reales cedulas, ordenes, pragmáticas, provisiones, cartas, y requerimientos encaminados a regularizar la administración colonial), pero a raíz de las denuncias sobre los crueles atropellos contra los indígenas Fernando V, funda el primer tribunal en 1511. Las primeras leyes datan de 1573 y una de las más coercitivas contra los Oidores fue la dictada por Don Felipe III, en San Lorenzo a 25 de agosto de 1620. Hasta llegar a las leyes protectoras de los indios prescritas por los monarcas españoles en contra de las injusticias cometidas por los integrantes del Consejo de Indias. Pregunto al autor del libro “Policía en Bolivia” ¿Quién o quienes hacían cumplir estas disposiciones?

Nos obliga la historia a realizar una retrospección hasta los albores de quienes heredamos la actual cultura española y tenemos que recoger lo más esencial del entonces imperio español. Que el año 1807 el Rey Carlos IV manda “guardar y cumplir” el Real Decreto en el que se establece la Superintendencia General de la Policía para Madrid, su jurisdicción y rastro, para tomar como una de las primeras policías creadas en el Continente europeo.

Es también menester mencionar el origen de los rondines como precursores de la función policial cuyo legajo histórico del año 1817 se encuentra en el municipio español de Carcabuey de la provincia de Córdoba. Los mismos se dedicaban a la vigilancia del pueblo realizando rondas (patrullaje) a caballo y a pie a cargo de los agentes públicos.

Los antecedentes de este cuerpo datan de la necesidad de dotar a las ciudades españolas y sus colonias de una estructura de seguridad moderna. De ahí que Fernando VII dictase en 1824 una Real Cédula en la que se creaba la Policía General del Reino e implantada junto con la cultura en las colonias españolas.

Brevísima historia a partir del sistema republicano

Cuando se proclaman las Constituciones en Latino América y en Bolivia en particular no nos encontrábamos en la corriente política-filosófica del absolutismo ilustrado como escribe en su libro. La corriente filosófica de la ilustración ingreso en las colonias hispanoamericanas después de los gritos libertarios, a mediados del siglo XVIII. Los gritos libertarios se dieron después de la época de la enciclopedia que fue sustituida por una multitud de corrientes filosóficas como el eclecticismo, el utilitarismo, la escuela escocesa y el socialismo romántico de Saint Simon que da el empuje a la ideología de la emancipación, cuando ni siquiera se resolvía la contradicción entre el conquistador y el conquistado, es cuando decidimos hacernos republicanos, liberales y demócratas.

Como una de las especialidades policiales más antiguas encontramos en la Primera Compañía “Bomba Antofagasta”, fundada en 4 de abril de 1875, y junto con ella se da el origen al Cuerpo de Bomberos con cerca de 70 voluntarios, cuyo estandarte se encuentra en el Museo Policial de La Paz.

Marca especial importancia lo sucedido el año 1933, con la historia del padre Ibar, natural de la República de México, nacionalizado en la República de Bolivia y por la injerencia norteamericana mediante la C.I.A. con el supuesto de direccionar de forma profesional a la policía hace que sufra el atropello a su dignidad institucional.

El año 1943 con el golpe de Estado de la logia Razón de Patria (RADEPA), organizada por ex prisioneros de la Guerra del Chaco y por el M.N.R. fortalecen a la policía hasta convertirla en una fuerza policial-militar y entrenada aún más que el ejército.

En Uncía la policía participo en defensa de la ciudadanía en 1949 durante el gobierno de Mamerto Urriolagoitia, después de varios días de combate del ejército, habilitándose en la isla de Coati como centro de reclusión política.

Los policías el año 1952 resolvieron luchar junto a su pueblo por la liberación del gobierno despótico como el actual. En el que la Academia Nacional de Policías cumplió una función policial y política muy importante para el sostenimiento del modelo político con una estructura esencialmente nacionalista.

El año 1961 con la confabulación del presidente militar Barrientos Ortuño, la institución del orden es avasallada una vez más y sometida a una nueva humillación por parte de los efectivos del ejército, como venganza a la actuación en la revolución de 1949 y 1952.

En 1966 en el transcurso de la segunda gestión de gobierna de Barrientos, es destacable la participación de los efectivos policiales y el apoyo del Centro de Adiestramiento de Canes en el teatro de operaciones de Ñancahuazu, escenario general en que se desarrollaron las guerrillas comandas por el “Che” Guevara.

En 1979 durante el golpe de Estado de Natusch Busch, mientras los militares acribillaban a su pueblo, la participación solidaria de los policías junto a la Cruz Roja socorrían a los ciudadanos.

De los cuadros y organigramas

Es meritorio dicha elaboración en base a los datos del Presupuesto General, proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, a pesar de la fácil accesibilidad que solo tienen quienes ostentan el poder. Pero necesario también aclarar que no solo el presidente militar Melgarejo influyo en el presupuesto, sino que los hicieron en muchas gestiones con los denominados “ítems fantasmas”, que existían y era para pagar sueldo con ítems de policías de seguridad a zánganos políticos que trabajaban en algunos Ministerios, ex Gobernaciones (Prefecturas) a título de personal de inteligencia. Ahora ya no hay necesidad, se maneja a algunos elementos policiales al antojo del gobierno para sus fines políticos.

La coyuntura presente contra el atropello funcional e institucional

Por lo enunciado brevemente, la narración histórica de solo algunos de los hechos históricos que menciono, amerita un enfoque socio-político, pero no se trata únicamente de reconstruir la historia, ni de relatar verdades a medias e interpretaciones antojadizas, se trata de aceptar y plasmar la realidad histórica. La institución policial ha tenido y tiene evoluciones lógicas sufridas en cada espacio cultural o geográfico, pero la policía nunca fue una institución marginal entre el Estado y la sociedad como asevera en el libro escrito, si estudia y se compenetra de la verdadera historia nacional de Bolivia, la policía cuando obró contra su pueblo, siempre fue y es por el oportunismo de los políticos de turno en concomitancia servil de algunos efectivos, que cumplen ordenes desacertadas.

Los grandes progresos de la ciencia y la tecnología en los últimos tiempos plantean de una forma nueva de hacer política y convivir en sociedad, buscando la armonía, la paz y la tranquilidad. La sociedad civil boliviana no quieren la inseguridad y luchan para hacer respetar sus derechos ciudadanos y democráticos y, además lograr la seguridad ciudadana en base a una institución sólida en el marco del mandato constitucional, como se puede leer el artículo escrito antes del ascenso del Movimiento Al Socialismo al poder, en el que Quintana (2003: 145) inteligentemente señala que:

A la amnistía se sumó la inercia. La inexistencia de una política de seguridad ciudadana, ajustada a valores democráticos y sujeta a un orden estatal, ha impedido la profesionalización y modernización policial en las dos últimas décadas. Pese a que la transición y el proceso de estabilización democrática contribuyeron a romper su dependencia y sumisión funcional y política a las Fuerzas Armadas —a las que estuvo íntimamente vinculada en la dictadura—, no ha sido posible enmendar su comportamiento autónomo. Manteniendo invariable casi todos los rasgos autoritarios del pasado, las políticas de los distintos gobiernos —en particular de los Ministros de Gobierno—, contribuyeron a que la Policía Nacional transite de su perniciosa dependencia militar a una no menos perversa dependencia político-partidaria.

¿Esta forma de obrar político ha cambiado? Entonces ¿cuál es, la situación, el papel de los dirigentes de Estado cuya responsabilidad ante la historia por el destino de la sociedad, por el futuro de toda la humanidad boliviana es particularmente grande?, no se trata de aprovechar el fácil acceso a los documentos históricos para escribir sandeces, se trata de aceptar la realidad y no aprovechar del poder político para expresar venganzas arcaicas.

Algunos hombres de Estado se están dando a la tarea de querer garantizar la hegemonía política con ayuda del equilibrio del miedo. En la práctica, esto significa no el cese, sino la continuación de las dictaduras militares. Es bien conocido que gobernar bajo la amenaza de los sables no condujo nunca al fortalecimiento de la paz social. Por el contrario, lo hizo inestable, engendró en determinados círculos de uno u otros Departamentos la tentación de recurrir a la prueba de fuerzas, a probar fortuna en el campo beligerante.

¿Qué garantía hay ahora de que la política de equilibrio del miedo no conducirá a la ruptura del modelo democrático? Semejante garantía no existe. No se puede considerar como garantía las aseveraciones verbales de unos u otros inspiradores de semejante política tan peligrosa, que no solo había sido uno, sino varios en la lógica de quien expresó —“Le meto nomas”—, los intelectuales investigadores sociales se deben conducir en la lógica científica para satisfacer el bien común de toda la sociedad.

Para que no haya ninguna reticencia, quiero decir que la sociedad le está perdiendo el miedo y el respeto al desgobierno torpe actual. Muchos de los componentes de la sociedad no temen en absoluto a los revanchistas que en algunos sitios levantan cada vez más la cabeza. Está en efervescencia no solo de los efectivos policiales, sino también de la sociedad para dar la debida réplica a cualquier intento de una nueva agresión contra las instituciones y el pueblo.

Considero que no se debe  llegar a tal punto. Algunos policías queremos que se establezcan no relaciones de hostilidad, sino relaciones de respeto a la función policial y a la institución policial, especialmente con quienes aquellos que están manejando la institución para hacer su teatro como lo ocurrido con el mega operativo del 25 de enero en la región del Chapare.

En el marco del espíritu del entendimiento de la verdadera democracia ¿Existe otro camino para excluir la amenaza de insubordinación sin dañar con ello los intereses del Estado, sin causar perjuicio a nadie?

Podemos afirmar que este camino existe. Lo vemos en la inteligente voluntad de no soltar la lengua y escribir aberrantes iniquidades como lo realiza el apócrifo autonombrado experto en seguridad, que lo hacía desde las publicaciones de la revista ‘Cuarto Intermedio’, sin que nadie le haga ver sus ficciones al autor Juan Ramón Quintana, quien debería primeramente aclarar los supuestos pero muy divulgados casos que se le atribuye, tales como:

  • Ingresar a ganar de las arcas del Estado, creándole contra toda norma legal un ítem por su afinidad con el Partido político ADN (98-2001), con la creación de una Unidad de análisis político (control y seguimiento a políticos), trabajando el año 2000 en la compilación de los «libros blancos de defensa», del que no dejo ninguna documentación y ¿Cómo fue que desapareció la documentación del extinto Marcelo Quiroga Santa Cruz?
  • Muy aparte de recordarle a groso modo de sus deméritos de arresto los años 1977(2), 1979, 1980 por su excelente y brillante rendimiento académico  en el Colegio Militar.
  • Los arrestos y llamadas de atención de su vida profesional de ‘militar del ejército’ 1983(4), 1987(3), 1991, 1992, 1994(6) y 1996
  • Sumario informativo por la ¿perdida? de la pistola No. 178666 (retenida en la División Criminalística de la Policía Nacional 1992) (desaparecida y nuevamente aparecida, con el mismo modus operandi del caso de las armas de la UTARC en manos del grupo de Rozsa en el imaginario magnicidio)
  • Proceso por ‘abandono arbitrario del Puesto Militar’, (su primera experiencia en el contrabando).
  • Su participación en el contrabando de mercaderías en 33 camiones en el Departamento de Pando (2008)
  • Su relación con las denuncias de la revista «VEJA» del Brasil, por su posible relación con el narcotraficante Maximiliano Dorado (2012)

Únicamente para empezar a hacerle recuerdo la magnífica vida política, la que tienen y se van desarrollando en el transcurso de las gestiones del gobierno del MAS-IPSP, pero como es su costumbre mellando la dignidad de las instituciones como es la Policía Boliviana, una institución con historia menoscabada en el transcurso de la historia por decrépitos politiqueros, por lo que sería bueno que agarre un libro de historia boliviana y empieza a leer la realidad, respetando la gloriosa institución del orden y la función policial. Por lo que le recuerdo que solo se institucionalizo la «otrora función policial», por el creador y padre de la patria Don Antonio José de Sucre, en ejercicio del mando supremo, dictando la Ley Reglamentaria de fecha 24 de junio de 1826 de creación de las fuerzas policiales. Institución que tiene su certificado de nacimiento y no se cabalgaron en las épicas gloriosas de los “Guerrilleros independentistas”, la institución verde olivo tiene su propia historia en comparación con otras instituciones y no es imitación de ninguna otra.

Es también hora que vea la realidad nacional desde su origen, que despierte de su adormecimiento, entumecido en el gobierno de la coca, pero también aprovechando de su intelectualidad recordarle lo escrito en la carta de Karl Marx dirigida a Engels descrito en el libro del boliviano Arze, como también en el Libro ‘Simón Bolívar’ cuya introducción fue escrita por Aricó y el epílogo de Rotman y Martinez  que dice: “Hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque”[1], terminología esplendida que es aplicable a su persona, apropiada para quienes son partidarios del modelo político despótico.

El verdadero camino de la policía consiste en desarrollar las relaciones de amistad y solidaridad entre todos los Departamentos de la República Plurinacional de Bolivia sin excepción a base de los principios de la coexistencia pacífica tratando de alcanzar cumplir con el bien común, a pesar de la mala voluntad política y de algunos de sus miembros policías mezquinos. Nosotros compartimos en este sentido la  idea  expresada  en la función constitucional que como fuerza pública, tenemos la misión específica la defensa de la sociedad, lo que debe convertirse en la insistente necesidad de la sociedad.

Hay quienes dijeron sobre el pasado motín policial que se quería abrir un cisma contra el gobierno del Sr. Evo Morales Ayma. La policía como institución nunca ha tenido ni tendrá semejantes intenciones. Por el contrario, queremos el progreso de la democracia, pero si de lo que se denomina democracia. Estaríamos contentos que toda la clase política mantuviese amistad con todos los sectores nacionales, sin discriminación alguna.

El cumplir con el bien común referente a la seguridad ciudadana no exige de nuestro entorno social que renuncien al régimen y la ideología existentes en ellos. Nosotros siempre hemos dicho y decimos: vivan como lo prefiera su pueblo y nosotros viviremos como quiera el nuestro. Y, no obstante, en el terreno pacífico, la esfera de la colaboración entre nuestros Departamentos no tiene límites. Nuestros intereses no chocan en ningún sitio. En el mandato constitucional sólo desea utilizar las posibilidades de nuestros Departamentos para crear en toda Bolivia una atmósfera de tranquilidad y de paz.

Según nuestro criterio, el debilitamiento de la tirantez interna en Bolivia contribuirá, en gran medida, a la lucha real contra todo tipo de ilícitos. Al mismo tiempo, esto prepararía la creación en el futuro de un sistema efectivo de seguridad ciudadana controlada por la propia policía, lejos de cualquier afán político.

Este es el drama. Un viejo drama que sufre cada generación de policías estrujados hasta el hartazgo entre sus duras mandíbulas de los políticos que siempre pretenden hacerla desaparecer, extirparle de sus funciones policiales, como lo hicieron con Identificación personal, Licencias de conducir, donde ahora existen más irregularidades y falsificaciones, también donde su osadía llega a dirigir operaciones policiales como en Chaparina y otros.

Consideramos  que nuestros anhelos son comunes con relación al deseo de la ciudadanía. Donde ellos, igual que nosotros, quieren mejores relaciones entre todas las personas y nacionalidades de nuestro país. La sociedad desprotegida, igual que nosotros, pretenden de alguna manera lograr el fortalecimiento de la paz y de la seguridad ciudadana en todo el Estado.

Pienso que tanto ustedes los denominados políticos plurinacionales, como nosotros debemos tener en cuenta las enseñanzas de la historia para evitar que se repitan los errores del pasado. Considérenlo un brevísimo resumen de una historia institucional llena de humanidad, humildad, de sentimientos y hasta de leyendas románticos. Sin embargo esto también es una historia no oficial.

BIBLIOGRAFIA

Arze, José Roberto

1998          Análisis crítico del “Bolívar” de Marx. La Paz: Editorial Anthopos.

Jáuregui Rosquellas, Alfredo

1925          La España heroica en el Nuevo Mundo. La Paz: Editores Arno Hermanos.

Quintana, Juan Ramón

2003          Mayo – agosto “Cuarto Intermedio”. Cochabamba: # 67 – 68. Págs. 123 – 166. Cochabamba.

Quintana, Juan Ramón

2012          Policía en Bolivia (Historia no oficial) 1826-1982. La Paz: Ed. Observatorio de Democracia y Seguridad.

Revista de la Policía Boliviana

1925          La Paz: Mayo y Junio, Nos. 129 – 130.


[1] José Roberto Arze, Análisis crítico del Bolívar de Marx, La Paz, Grupo Editorial Anthropos, p. 210

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