La revolución arma de las libertades y defensa de la sociedad
La historia ofrece abundantes elementos de juicio para comparar la democracia y la democracia masistoide. El asunto consiste en establecer objetivamente, sin ideas preconcebidas, qué tipo de democracia conviene a los intereses vitales de las bolivianas y los bolivianos, fortalece la amistad entre los pueblos originarios y la paz en la patria. ¿Hace eso la democracia socialista pluricultural? No.
Bajo la democracia socialista pluricultural, el poder se encuentra prácticamente en manos de un puñado de explotadores interesados en mantener y reforzar sus privilegios, en oprimir a millones de trabajadores, en expoliar a las instituciones débiles. La democracia socialista pluricultural no ofrece a los bolivianos salida del trágico atolladero en que el neoliberalismo la ha arrinconado. Esa democracia intenta velar los antagonismos de las organizaciones ilícitas como el contrabando y el narcotráfico. Por eso vemos en la democracia socialista pluricultural de los medios que necesitan las clases dominantes absolutistas para engañar a las masas. Es por ello que en tiempos pasados para la defensa de su pueblo se evocó a los Carabineros de Bolivia junto al pueblo en contra de un gobierno que utilizó a la institución como un instrumento de fuerza y de represión. Como la revista de la Policía Boliviana de julio y agosto (1949:16) expone:
“21 de julio de 1949. Al evocar el recuerdo de la gesta gloriosa del 21 de julio de 1946, lo hacemos sólo con el ánimo de destacar el valor que tuvo ese pronunciamiento popular sin precentes, en lo que se refiere a la conquista de la libertad para la ciudadanía y el afianzamiento de las instituciones democráticas, profundamente socabadas por regímenes de terror que bajo el imperio de la fuerza y la intimidación gobernaron al país en los años anteriores a la revolución de julio.
Lógicamente el levantamiento de Julio de 1946 tuvo un contendio político y diversas facetas que nos corresponde analizar desde estas páginas apartadas por completo de todo interés de grupo y de todo sectarismo. “REVISTA DE LA POLICIA BOLIVANA” rinde un homenaje al pueblo que tomó las armas para reconquistar su sojuzgada libertad y devolver a la patria el goce pleno de su vida institucional democrática.
La Revolución de julio de 1946 no fué un golpe de cuartel semejante a los muchos que se sucedieron en la azarosa vida Republicana de Bolivia. Fué el insurgir de un pueblo que cansado de soportar los vejámenes y las tropelías de un régimen apoyado en la fuerza y que hizo del crimen un sistema de gobierno, salió a las calles para proclamar los sagrados derechos humanos y enarbolar la bandera de la libertad, como signo de paz y de trabajo fecundo en bien de la nacionalidad.
Este homenaje es para los hombres, mujeres y niños que brindaron su sangre para sacudir la ignominia de un régimen que hizo escarnio de la dignidad humana y que al socabar las instituciones republicanas estaba conduciendo al país hacia su disolución.
Saludamos al advenir de una era”. (*)
En la reunión organizativa de policías en Cochabamba. Se convocó para que todos los hijos de la institución verde olivo, cierren filas ante la amenaza de este nuevo gobierno de seguir desmenuzando sus funciones policiales, atropellando la propia Constitución Política del Estado, a vista y paciencia de los actuales comandantes, nuestra convocatoria tiene carácter defensivo y está encaminado a la defensa institucional.
Al organizar bloques militares, los oficialistas no esconden sus propósitos agresivos. Los sátrapas serviles y funcionales dirigentes militares al servicio de la estabilidad del régimen del MAS y de los intereses cocaleros se están prestando a cumplir con el anhelado objetivo de la venganza perenne de las jornadas de la Revolución de abril de 1952.
Los políticos e ideólogos del masismo y protectores de la galopante corrupción se afligen porque la identidad doctrinaria de los policías bolivianos, con la capacidad de la información que nos brinda nuestra profesión, nos hallamos más cerca del pueblo que de las distintas organizaciones y agrupaciones corporativas ilícitas y políticas con intereses particulares, que se están formando bajo la égida de los símbolos y el discurso del presidente Evo Morales. Afirmándose de los hechos de corrupción y delincuenciales de algunos malos policías que se prestan a cometer fechorías para dar razones a los políticos de turno y es orientado por no se sabe qué mítica “mano terrorista”.
Es un llamado a la unidad institucional sin discriminación de grados, credo, ni de ideología política.
* Los errores ortográficos y de acentuación son copia fiel del original de referencia.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo; Docente Universitario
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