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DELINCUENCIA POLÍTICA SUPINA

“La moralidad es un mínimo obligatorio y una dura necesidad, es un pan de cada día, sin el cual las sociedades no pueden vivir”. E. Durkheim:

En Bolivia los políticos y los ideólogos del siglo XXI, a los que hacen coro los rufianes —cocaleros, narcotraficantes, contrabandistas, terroristas—, ensalzan por todos los medios la ilegal repostulación del binomio Evo-Álvaro. De creerles a ellos, resulta que la mayoría de los bolivianos que votamos en el referéndum constitucional de Bolivia de 21 de febrero 2016 somos inmorales y mentirosos.

Finales del siglo XX y principios del siglo XXI se caracteriza por un aumento de la violación a la C.P.E. y demás leyes y un aumento del riesgo de sus consecuencias negativas, que, por supuesto, requieren respuestas adecuadas de la colectividad boliviana, latinoamericana y mundial.

La política es ciencia, es el arte de gobernar un Estado. Platón estaba convencido de que no terminarían las desdichas humanas hasta que los filósofos ocuparan los cargos públicos o hasta que los políticos se convirtieran en verdaderos filósofos. En Bolivia y otros países la política es uno de los tipos de fraude, la política es un negocio sucio y el político siempre es un estafador, y el estafador es irresponsable. Por lo tanto, es necesario oponerse a los políticos de una manera, asignar responsabilidad. Por ejemplo, un candidato presidencial deberá firmar un contrato con los ciudadanos.

Los mal denominados políticos; Primero, justifican sus hechos sucios. Y, en segundo lugar, tratan de rechazar estos casos a todas las personas honestas que (naturalmente) no quieren ensuciarse. El resultado deseado se logra para los cleptómanos de alto rango y el resultado de dictadores sangrientos: su impunidad e incluso la pureza de su sucio nombre. Todos los políticos oficialistas y opositores se encaminaron en esta vía olvidándose del referendo del 21-F, viendo únicamente alcanzar un curul para tener poder y el resarcimiento de sus gastos.

En otras latitudes del mundo desarrollado se implanto la criminología política como una especialidad de la “Criminología” como un campo científico relativamente nuevo, complejo y multifacético para tratar los abusos criminales de altos funcionarios del Estado. En Bolivia el ejercicio de la política algunos conciben hasta de forma hereditaria. Al mismo tiempo, el gobierno del MAS-IPSP gasta miles de millones de bolivianos en la campaña política.

A quienes tienen actividades ilícitas les es ventajosa la repostulación ilegal. A ellos no les preocupan las necesidades perentorias del pueblo. Tal es la naturaleza, tal es la esencia del “populismo venezolano”. El lucro, el enriquecimiento, la obtención de los máximos beneficios, eso es lo que mueve en los políticos que se encuentran en el poder y de quienes pretenden alcanzar algún escaño. Esa es la fuerza motriz del programa de las Seis Federaciones del Trópico. ¡Así es como se manifiesta en la realidad la prosperidad de los políticos! ¡Eso es lo que representa el Proceso de Cambio!

Como es natural, no nos alegramos de que en los centros urbanos es estén llenando de drogas ilegales, los crímenes por ajustes de cuentas, la prostitución, aumenta la desocupación, que es una verdadera calamidad para los ciudadanos. La vieja generación de nuestro país recuerda el hambre y la miseria de la época de la UDP que, como resultado de la desocupación, sufrían muchos centenares de miles de familias trabajadoras. La desocupación es un satélite inevitable del populismo enmascarado de “izquierdismo”, cuyas lacras descubrieron profundamente Marx y Lenin. Ellos señalaron a la clase obrera y a todos los trabajadores el camino de la liberación de las cadenas del tirano, el camino de la conquista del poder por quienes saben administrar un Estado, el camino del marxismo.

Y si hablamos de qué Estado —el Estado del estado de la honestidad o el estado de la delincuencia— tiene pleno derecho a denominarse libre, no puede haber en esto dos criterios; sólo la honestidad lleva a la humanidad la libertad verdadera y no ficticia. Precisamente al Estado boliviano le pertenece el futuro.

Desafortunadamente, los actuales gobernantes también están sumidos en el lujo y el libertinaje de la pobreza de la gente, que comienza a provocar disturbios populares. Dado el estado actual de los asuntos, todos los bolivianos deberíamos pensar qué consecuencias adicionales pueden esperarse y al ver un ejemplo de la situación de Venezuela y de Nicaragua, debería sacar conclusiones apropiadas, mientras que otra cosa puede corregirse.

Para concluir, la protección y preservación de las normas, los valores espirituales tradicionales de la sociedad boliviana (especialmente como la tolerancia, el colectivismo, la buena naturaleza, el humanitarismo, la misericordia), su mentalidad se convierte en tareas vitales de nuestra sociedad.

Hay muchos más aspectos de este problema, pero lo más importante para nosotros es encontrar soluciones y salir de la situación actual ¿Conviene que se lleve a cabo las elecciones para presidente y vice presidente? ¿Qué garantías ofrece el TSE? ¿El MAS-IPSP de obtener resultados adversos dejaran el poder? ¿El oficialismo pondrá en práctica el fraude electoral? Es necesario establecer un diálogo efectivo acerca del cumplimiento a la C.P.E. y demás disposiciones legales entre el gobierno y el pueblo. La población debe ser consciente que estas elecciones serán fraudulentas para legitimar lo ilegitimo.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo