Del Estado Plurinacional al «Estado Paralelo»
El Estado es expresión de la necesidad que sienten las naciones de la existencia de un poder organizado, dotado de los medios de coerción adecuados y capaz de dirigir a la sociedad a través de normas jurídicas. El vocablo “Estado” se usa en dos sentidos: en el sentido de una organización política en la sociedad y en el sentido político-geográfico.
Se describe como Estado paralelo a ese posible nexo clandestino entre el gobierno político formal, las facciones al interior del aparato del Estado, el crimen organizado y/o los especialistas en violencia. El Estado Paralelo… La Amenaza al Continente Americano y al Mundo, tras el fallido Estado Plurinacional por no cumplir sus funciones elementales, llevando la economía informal al crecimiento del Estado Paralelo como un cáncer. Por responsabilidad los bolivianos tenemos que ver la realidad sin adornos… ¿Por qué llegamos a este estado, convirtiéndonos extrañamente en unos bárbaros que borran la frontera más entre dos Estados: el lícito y el ilícito; lo moral y lo inmoral?
La Bolivia del MAS-IPSP es un Estado incierto, una sociedad enredada, una cultura desorientada. Pero esta situación no surgió de la evolución y el progreso de nuestra sociedad, sino más bien de la pésima administración de los políticos que rodean a Bolivia. Quiénes fabricaron e inventaron una administración con fantástica perversidad, para mantener nuestra falsa preocupación por los “grandes temas” en el ideal del “bien común”. Con nuestra desclase política ya parece que hemos ajustado las cuentas: los hemos llamado delincuentes, pedófilos, corruptos, narcotraficantes, ¡de todo! Quiénes confían la protección de las fronteras a militares corruptos que en su lucha contra el contrabando el territorio nacional este inundado de productos del contrabando; así mismo a cargo de la seguridad de la sociedad se encuentran en la noble función de la lucha contra el crimen, algunos policías, no con méritos, sino con deméritos de denuncias internacionales de ser cómplices de vehículos robados, con antecedentes de narcotráfico y de corrupción. Nos catalogan como un Estado que se desenvuelve lejos de la ley, y no lejos de los ojos de aquellos en cargo de hacer cumplir la ley. El Estado no cumple con sus funciones básicas y no proporciona servicios básicos de prevención y de seguridad a sus ciudadanos, lo que lleva a la gente a buscar soluciones independientes para obtener estos servicios. Los ciudadanos también recurren a un sistema de salud paralelo, educación paralela mediante el pago de costos adicionales, “sobornos” en los tramites en estrados judiciales e instituciones estatales, municipales y policiales que extienden su autoridad sobre todos los aspectos de la vida, no solo la actividad económica.
De los muchos daños que las bandas de politiqueros le hacen a Bolivia, una es la más grande y la más grotesca: están haciendo imposible la vida política en Bolivia. Tenemos el Estado, pero no sabemos lo que significa. Entonces ¿cómo salimos de esta pesadilla, de este círculo cerrado, cómo educar la mentalidad, la historia real pre colonial, cómo reeducar la mente? ¡Es necesario reelaborar las estrategias de conciencia revolucionaria para recuperar el Estado Republicano para los bolivianos, para que la gente viva una vida normal en plena libertad y con seguridad!
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo
