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UN MERCENARIO BASTARDO, COBARDE Y DE PACOTILLA

Un político de honor tiene la obligación no solo de respetar las leyes, sino también de respetar y preservar el honor de las instituciones. Y a quienes no cumplen con estos atributos llevan la etiqueta de “descalificados”. El Sr. J. R. Quintana de quienes conocemos su historial criminal y delictivo no es nada más que un detractor de la institución policial.

Este mercenario ocultándose en la Embajada de México demostró ser un cobarde y rata de guerra, recordándole que era un alumno de la “Escuela de las Américas”, soldado asalariado del “Grupo de Puebla” cuyas declaraciones públicas desbocándose contra la Policía es ilógico y es puramente politiquero tratando de arrastrar a una estrategia de operaciones psicológicas.

Las operaciones psicológicas es el uso táctico planificado de propaganda, amenazas y otras técnicas que no son de combate durante guerras, amenazas de guerra o períodos de agitación geopolítica para engañar, intimidar, desmoralizar o influir de otra manera en el pensamiento o comportamiento de un oponente, como:

  • Ayudar a vencer la voluntad del oponente a combatir.
  • Apoyar la moral y ganar la alianza de grupos amigos de instituciones u organizaciones cooptados por el oponente.
  • El impacto de la moral y las actitudes de las personas de la reserva pasiva y del servicio activo institucionalistas haciéndoles quedar mal e injuriándoles.

Existe el viejo adagio que “soldado que se rinde sirve para otra guerra” y eso constatamos en noviembre de 2019 cuando el ex ministro Quintana estaba asustado en un conflicto que solo los policías sabemos neutralizar, ahora entendamos que en época de paz mueve sus influencias para desprestigiar la noble profesión de policía.

Cuando empieza los conflictos, no os preocupéis, porque al final de los conflictos. Tendrá un pie en Bolivia y otro en alguna embajada de gobierno populista. Es un pésimo guerrero mercenario. Es un cobarde pagado. Debería estar avergonzado. Por ser un mercenario que nunca combatió, nunca ha luchado en Bolivia.

Todo ello indica que los policías verdaderos institucionalistas están en buen camino y que las declaraciones vertidas por politiqueros “descalificados” ni debe afectar la moral, ni el proceso de defensa de la institución y de la función policial.

Esta acción beneficia a quienes quieren que haya disturbios en Bolivia y nunca paz. Ello nos demuestra el viaje al “Congreso del Bicentenario de los Pueblos”, en Venezuela del presidente Arce, Evo Morales y representantes de las Seis Federaciones del Trópico en el que consolidaran los objetivos de los gobiernos autoritarios de los afiliados al “Grupo de Puebla” y el ALBA. Es un viaje y participación que no consideraran la crisis sanitaria del país y menos aspectos del desarrollo hay plena justificación para no participar en esta reunión ahora, ya que esto es un serio impacto para la región y riesgo para la democracia. Hay que continuar, compactando las organizaciones y los discursos.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo