Policías: LOS OLVIDADOS POR EL DESTINO

El castillo económico de Bolivia que construía el MAS-IPSP de la mano de su mejor economista Arce, se desploma, crece la fiebre por el dólar, todos los días suben los precios de los productos, día a día aumenta el comercio informal, otra de las evidencias de la crisis económica que vivimos. La inflación que crece, la desesperación del gobierno de pretender aprobar leyes antipopulares como la 280, 304 y 305, además de inventarse la «GESTORA» para expropiarse de los ahorros privados de todos los jubilados y aportantes a las AFP’s lleva a los ciudadanos a pensar que el gobierno pretende precipitar el “modelo totalitario de su socialismo comunitario”. El horror de la pobreza se intensifica al cual la ciudadanía se encuentra sin provisiones, sin ninguna esperanza de mejorar su suerte, la catástrofe económica alcanza también a los policías honestos y sus familias que no están en los proyectos corruptos del gobierno, de la mano del ministro de gobierno.

Ley 1387 de Carrera de Generales y de Ascensos, marcó el traspaso de los uniformados “verde olivo” al “azul del MAS-IPSP” que vergonzosamente sus generales y comandantes sin doctrina policial no sólo perdieron la institucionalidad; sino también entregaron el mando al ministro de gobierno y su equipo de politiqueros. Muy pronto olvidaron el significado de doctrina e institucional, el cercenamiento de las funciones de Identificación personal, Licencias de conducir, Policía aduanera y otros. Con esta actitud desampararon a la sociedad a quiénes se deben de acuerdo a la misión constitucional. Ahora son utilizados políticamente para reprimir a la población movilizada.

La legislación laboral no ayuda, no defiende a los trabajadores policías que en un solo turno trabajan 24 horas sin tomar en cuenta los acuartelamientos y los servicios extraordinarios. Se ven obligados a aceptar un trato inhumano. En un país que los políticos junto al crimen organizado han sumido en la pobreza. Solo les toman en cuenta para la represión al pueblo. Siendo quiénes aportan más al Seguro Social, son quiénes tienen pésima atención en la CNS, asimismo no los toman en cuenta en la representación ante la GESTORA. A los policías y sus jubilados los convirtieron en el estigma de todos sectores de trabajadores. Puesto que ellos gozan del apoyo y la protección de su COB, Ministerio del Trabajo y Defensor del Pueblo. La Ley del Trabajo para los policías no tiene ningún efecto, mientras que las autoridades son completamente indiferentes violando constantemente sus derechos.

Los comandantes y coroneles realmente no cumplen con su rol de “mando”. Dicen que protegen a sus subalternos, pero en realidad siempre han servido a las élites políticas, principalmente a los que están en el poder, para lograr sus intereses y agendas ocultas, que por lo general son de prebenda y corrupción. Incluso los últimos casos para ocultar los asesinatos que realizan contra policías de bajo rango.

Es hora de no callarse, a pesar de las diversas formas de presión que ejercen sobre los policías del servicio activo para que no reclamen por sus derechos. Es precisos exigir una reorganización que establezca la defensa de los policías de acuerdo con las prácticas de los países desarrollados. ¡Los policías son pueblo y deben unirse a su pueblo! ¡Defiendan los derechos de sus propios ahorros para su jubilación!

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo