Los servicios de inteligencia nacional ¡Organismos de desconfianza!
En los últimos años, mientras nuestro mundo se ha visto sacudido por la guerra en Ucrania, la inteligencia policial del continente americano y de otras latitudes del Mundo están dedicados al control del contrabando de cocaína provenientes de los países sudamericanos, especialmente a Bolivia. Después de conocer las noticias acerca de los decomisos de cocaína boliviana en varios países, la presencia del ciudadano uruguayo Sebastian Marset y las duras críticas a los servicios de inteligencia, parecía poco probable que existiera tal confianza ¿algún día se conocerá quien le dio los documentos bolivianos? Tomemos en cuenta que los servicios de inteligencia —Comunidad de Inteligencia— es el principal servicio de recopilación, procesamiento y distribución de información a los funcionarios pertinentes del gobierno, de información relativa a la seguridad nacional (interna y externa), pero también se ocupan de la actividad de espionaje de las agencias de inteligencia extranjeras contra el país.
El crimen organizado es un fenómeno global que incluye diversas actividades ilegales como drogas, armas, trata de personas, contrabando, ciberdelincuencia y lavado de dinero. El ciudadano Marset no se ocultaba, vivía y hacia vida social en territorio boliviano. ¿y no conocía el personal de inteligencia? Desde el año 2006 a Bolivia la convirtieron en un refugio paradisiaco para los grupos del crimen organizado, como al Primer Cartel del Uruguay (PCU), Primeiro Comando da Capital (PCC), el Comando Vermelho (CV), las Bandas Criminales (BACRIM), Delfines, el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, Mano palmar, Hombre de la barba y el grupo mafioso italiano ‘Ndrangheta. Por la última operación comandada por el Ministro de Gobierno, quien ha movilizado más de 2.250 policías y más de 144 vehículos motorizados para el operativo, el ministro, dijo: Realizamos más de 23 operativos, seis allanamientos y arrestamos a 12 personas. Justificando la huida del narcotraficante, además demostrando por la cuantía de personal, la inoperancia policial. Sin embargo, podemos advertir que las bandas del crimen organizado se han vuelto más armadas y recurren a la violencia con mayor frecuencia en los últimos años.
Y debido a la posición geográfica de Bolivia como centro de Sudamérica, sirve como corredor de tránsito para el tráfico de drogas y además como productor de la materia prima y sus derivados. Este tipo de delincuencia se ve atraído por la importante falta de Estado de derecho, la falta de acceso a oportunidades laborales legales y la galopante corrupción de los políticos que se sirven de las instituciones del Estado por el clientelismo y el prebendalismo político.
La seguridad es fundamental para el progreso de cualquier sociedad. El crimen organizado amenaza la seguridad ciudadana y el orden público, provocando fuertes sentimientos de inseguridad y miedo. Los grupos criminales también pueden afectar la seguridad nacional, socavando la autoridad de las instituciones estatales y provocando tensiones con otros países. En definitiva, llegar a la minimización de este problema, que hasta el momento sigue siendo una grave amenaza para la seguridad, la democracia y el desarrollo económico del país. Es obligación moral e institucional del Estado y la sociedad trabajar juntos para superar este desafío, restablecer el orden y crear un entorno más seguro para todos.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo
