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La institución policial no se vendió al MAS-IPSP

Desde el año 2006 se entregaron los generales y algunos coroneles de la policía, capitularon incondicionalmente, aceptando las migajas del MAS-IPSP ¡finalmente cómo estamos! La respuesta está en el libro de Dante Alighieri, quien le guio a Virgilio cuando recorrían en el infierno por el noveno círculo, en el que exclama: “¡por fin, se condenan las diversas formas de traición!”, donde los traidores cumplían su condena: “!Aquel traidor que ve con sólo uno, y manda en el país que uno a mi lado quisiera estar ayuno de haber visto!” El último círculo del infierno de Dante se llama Cocytus. Con este breve pasaje reconozcamos que traidores institucionales y nacionales existen.

Por demás sabemos que los gobiernos del MAS-IPSP no emplean a las FF.AA., pero si utilizan a los policías para sus propios intereses del gobierno, para amedrentar, perseguir y ajusticiar como ocurrió en el “Caso Hotel Las Américas”. En democracia la policía arrestaría en el mismo lugar a un  trovador que sólo recita unos versos, o a manifestantes que protestan por mejor salario, por la falta de hidrocarburos, por el alza de precios de la canasta familiar; que llevarse a los narcotraficantes, sicarios, asesinos, asesinos de policías. Esto es exactamente lo que está sucediendo y esto no demuestra que estemos locos los que pensamos que esto es una locura, sino que vivimos en un país loco, donde los políticos han combinado perfectamente sus intereses delincuenciales con los públicos.

¿Cómo caracterizar a quienes han destruido sus propios principios, la organización democrática del país y las promesas que juraron ante Dios y la tricolor nacional de luchar “contra el mal por el bien de todos”? La seguridad al servicio del gobierno, la cobertura al crimen organizado se convirtió en su oficio más importante y la policía, nuevamente, se encontró en un papel secundario de sus funciones constitucionales.

El actual régimen político se caracteriza por el totalitarismo, la fusión de los órganos estatales, censura y propaganda que promueve el culto a la personalidad del presidente. En lo cual el crimen es generado por sus iguales militantes como por otras baterías del crimen organizado corporativo internacional en el que solo los “Evistas” están siendo reprimidos y, por lo tanto, pronto se le pondría fin.

La ciudadanía y los medios califican a los policías MASistas como groseros y deshonestos; por lo que generalizan a todos los policías de “corruptos”. El bajo estatus de la policía se vislumbró el año 1999 cuando el ex ministro Guiteras catalogó a algunos policías de “Burros y Corruptos” que debían ser dados de baja. Ahora el más alto de los funcionarios corruptos expuestos del período MAS-IPSP, vendió la integridad y la autónoma policial por un cargo político (viceministro de Régimen Interior y Policía) que no tiene la garantía que será solamente para los comandantes generales del servicio pasivo.

Lo están perdiendo todo, les confiscaron la MUSEPOL, quienquiera que gobierne mañana en este país preservará y protegerá su patrimonio, pero ¿dónde estarán los policías honestos y patriotas? y si preservaremos nuestro patrimonio depende sólo de nosotros ¡Los policías jubilados y los del servicio activo! ¡Levántate, policía, o la injusticia te hará desaparecer!

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo