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La educación boliviana Avelino Siñani-Elizardo Pérez, está lejos del proyecto socialista del MAS

La educación en Bolivia es mixta (gratuita y pagante) y asequible a todos. La enseñanza general rige en el país desde hace más de medio siglo. En los primeros tiempos del gobierno emenerrista (MNR). En la actualidad, en tiempos de la globalización y de un país en el camino del «socialismo», si queremos subsanar la pobreza, la desigualdad, la corrupción, entre otros problemas que existen en todo el país necesitamos que la educación sea pública gratuita y obligatoria, tomando en cuenta que para el socialismo la educación es esencialmente una teoría de la práctica, con sus cuatro principales componentes: 1. Educación pública y libre, obligatoria y uniforme para todos los niños, garantizando la abolición de monopolios culturales o de conocimiento y de las formas privilegiadas de enseñanza; 2. La combinación de la educación con la producción material (la combinación de la instrucción, gimnasia y trabajo productivo; 3. La educación debe garantizar el desarrollo global de la personalidad y 4. A la comunidad se le asigna un papel nuevo y amplio en el proceso educativo.

La educación es el proceso en el que una persona se ve influenciada a desarrollar y cultivar aptitudes, conocimientos, hábitos y conductas acordes al desarrollo tecnológico y de la ciencia, para así lograr un proceso de socialización para enfrentarse positivamente a un medio social e integrarse al mismo y para obtener un máximo desarrollo en su personalidad, para alcanzar el desarrollo nacional.

Hoy se da cima al paso del estudio obligatorio de la cultura ancestral lo que consideran muchos profesionales de la educación un modelo que antepone los conocimientos ancestrales al conocimiento científico, por lo que es un retroceso, se aplicarán al menos diez cambios en el aula: La educación completa para el bachillerato serán de doce años (Seis de primaria y Seis de secundaria); la ley indica que los niños saldrán sabiendo leer el primer año de primaria; se incorporara la materia de computación desde el primer año de primaria; ya no se enseñara una sola creencia religiosa, se enseñara valores, espiritualidades ancestrales y religión; los estudiantes de primero de primaria aprenderán dos idiomas lengua materna y lengua nativa, el idioma extranjero se implementara desde el segundo curso de primaria; la evaluación será bimestral paulatinamente desde los primeros cursos de primaria y secundaria en el resto de los cursos será trimestral; la calificación en los primeros cursos de primaria y secundaria será de Cien puntos, que se establecerá gradualmente, en los otros cursos será de Setenta; se incorporara la formación técnica, para lo que se aumentarán dos horas semanales de estudio; en el ciclo secundario se incorporaran contenidos nuevos originarios en las asignaturas de Matemáticas, Biología, Química y Física y tanto en primaria como en secundaria se aplicara una nueva metodología de enseñanza.

Con la finalidad de contribuir a la consolidación del Estado Plurinacional, estableciendo un diálogo intercultural e intracultural entre los pueblos y naciones indígena-originario-campesinos, comunidades afrobolivianas, interculturales y otras del mundo.

El derecho a la instrucción, proclamado en la Constitución Política del Estado Plurinacional, significa que la enseñanza está al alcance de todos desde el ciclo primario y secundario, además de la aplicación de tres tipos de currículo, uno de base (de aplicación obligatoria), otro regionalizado y un tercero diversificado.

Sin haberse preocupado de mejorar, modificar y/o construir la infraestructura, habilitar los talleres para la formación técnica acorde al currículo de la ley de educación Avelino Siñani-Elizardo Pérez, permitiendo a los niños y jóvenes asimilar la profesión elegida. Muchachas y muchachos que deberían ser en ellas sostenidos a expensas del Estado, pero en los establecimientos educativos: no reciben alimento, útiles escolares, uniforme, ni ropa de trabajo para los talleres técnicos. Menos aun sin haber realizado talleres o cursos de capacitación y actualización a los «profesores de curso».

En Bolivia aumenta de año en año el número de jóvenes que desean obtener el título de Bachiller para habilitarse en las Universidades y otros Institutitos de formación profesional. En los exámenes de ingreso en universidades e Institutos últimamente aspiran a una vacancia, compitiendo con los becados del PAE (Programa de Admisión Especial). Y eso también significa discriminación, puesto que todos deberían tener expedita la vía a la enseñanza superior. Para los que han terminado el bachillerato supuestamente no debería existir traba alguna: de sexo, raza, nacionalidad u origen social. Dice que tampoco tiene importancia la situación económica: la enseñanza es gratuita en las Universidades estatales (denigrada por el propio Presidente del Estado Plurinacional), dando mayor importancia a las Universidades privadas que se multiplican como hongos. Luego de recibir la instrucción superior a expensas del Estado y de las capacidades económicas de sus padres, es decir de toda la sociedad, al terminar sus estudios el joven especialista no encuentra trabajo.

A las escuelas y colegios fiscales de primaria y de secundaria asisten diariamente en todo Bolivia millones de niñas y niños, muchachas y muchachos. En el conocimiento de la ciencia, de los tesoros espirituales acumulados por espacio de milenios por toda la humanidad deberían ver los bolivianos una de las mayores alegrías de la vida, sabiendo que el Estado se preocupara por sus hijos en la formación educativa. Esa alegría debería ser asequible a todos. En el país hay pocas bibliotecas, no existe una red de radio y de televisión dedicada a la didáctica educativa. Existen centenares de estudiantes aficionados a la música, al canto, al baile, a la pintura, a la escultura, donde los que así lo deseen pueden perfeccionarse en el arte preferido con el sacrificio económico de sus padres, todo sin retribución alguna del Estado.

Toda la construcción de instituciones científicas, tecnológicas, culturales, la actividad de los centros docentes, de teatros, clubes, embellecen y deberían enriquecer la vida espiritual de los estudiantes, coadyuvando al máximo desarrollo de las capacidades y del talento de cada uno.

Para este desenvolvimiento de la individualidad en Bolivia existen barreras materiales, morales y políticas.

—¿Y el Estado —preguntará algún lector— acaso no es una barrera?

Que a esto respondan los hechos… y las imposiciones del gobierno sobre el nuevo currículo de la ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez.

Juan Waldo Panozo es Policía y Politólogo

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