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El transporte público como escalera política

La Ley General de Transporte, dice: “Art. 75. El servicio de transporte público, se define como aquel que tiene como propósito general satisfacer las necesidades que originan prestaciones dirigidas a las usuarias y los usuarios individualmente o en su conjunto, que son de interés público y sirven al bien común”; Su principal problema es la percepción. En la conciencia pública, el transporte público todavía se percibe como un servicio social para los pobres y los dirigentes monopolizan para escalera política.

Los vehículos de transporte público más antiguos, son los micros que ya pasan de más de treinta años de uso, los buses, los minibuses y los taxi trufis, todos ellos que son modificados para pasajeros, en algunos casos el pasajero debe estar de cuclillas, vehículos sucios y malolientes ¡Lo que en realidad tenemos es un trasporte privado de servicio público! Esta industria se convirtió en un monopolio con choferes asalariados. También existe el “transporte libre” que fue fundado en una época de crisis durante el gobierno de Siles Zuazo para contrarrestar los abusos de los transportistas federados; sin embargo, a la fecha copiaron todas las mañas de los federados. Y los más sinvergüenzas “los taxistas”, los “radio taxistas”, quiénes argumentan que no subirán sus tarifas, cuando sus tarifas en el centro histórico subieron abusivamente de 6.- Bs. a 10.- Bs. a vista y paciencia de la Dirección de Movilidad Urbana de la Alcaldía.

Hasta cierto punto, esto es, por supuesto, un círculo vicioso, porque son útiles para el “pongueaje politiquero”, porque se ofertan y confabulan con el gobierno nacional, departamentales y municipales, de esa manera llegan a ser asambleístas nacionales, departamentales y/o concejales municipales. Nadie tiene prisa por romper este círculo. Tienen preferencias en las multas que solucionan como como sindicatos, no cumplen las restricciones de las placas, cuando hay accidentes las víctimas tienen que enfrentarse a los sindicatos y sus abogados. Se convirtieron en mimados de las autoridades políticas.

¡El primer paso para resolver un problema es formularlo! Cualquier H. Alcalde Municipal consciente del servicio a la sociedad y no ávido de la politiquería, debe romper el monopolio de los mañosos trasportistas del servicio público, promulgando una “Ley de transporte público municipal”. El nuevo modelo de la industria del transporte debe convertirse en el “sistema circulatorio” de los ciudadanos; además el Tesoro Municipal tendrá los ingresos diarios de 10.- Bs. por la “Hoja de Ruta” que hoy en día engorda a los dirigentes, para ello se debe optimizar y completar proyectos de modernización de las vías e introducir soluciones digitales. Esto significa que la única salida al problema es un cambio radical de paradigma. La clave en la industria del transporte público es un “Reordenamiento vehicular” en el que la Alcaldía debe convocar a todos los interesados en prestar este servicio, que sean “propietarios de vehículos” con características para transporte masivo y transporte rápido “de personas”, todas estas medidas pueden mejorar el servicio que significará la política de innovación en nuestro municipio, su éxito depende no sólo y no tanto de la base material y técnica, sino más bien de la forma de pensar y de la posesión de las competencias pertinentes. De lo contrario, existe el riesgo de seguir viajando en cacharros metálicos peligrosos.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo