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El maestro siempre tiene la razón

El maestro siempre tiene la razón porque sabe lo que hace y quiere hacer, y también sabe de aquello que denuncia. Discutir esto es destruir los cimientos mismos de la escuela. El ex presidente Morales denuncio desde su cuenta en Twitter: “El robo de mi teléfono celular ocurrió en un acto que contaba con la presencia del ministro de Gobierno (Interior, Eduardo del Castillo) y su (personal policial de) seguridad”. No se supone que seamos una sociedad violenta y se supone que nuestras ciudades eran relativamente seguras, hasta el ascenso del MAS-IPSP al poder y la promulgación de la Ley 1387 que establece en el Art. 11 (II); El Mando Policial, está conformado por las siguientes autoridades: 1. Ministra o Ministro de Gobierno; 2. Comandante General de la Policía Boliviana; 3. Subcomandante y Jefa o Jefe de Estado Mayor de la Policía Boliviana; 4. Suboficial de Estado Mayor de la Policía Boliviana. Y realmente, nuestra sociedad no era tan violenta, no nos apuñalaban ni nos disparaban por monedas, hasta que entregaron el mando de la policía al poder político.

En 5 de abril del presente año, con la experiencia de ser presidente de las «Seis Federaciones del Trópico», ser presidente de Bolivia y conocedor de las actividades licitas e ilícitas de la coca y sus derivados el mismo Morales, con un audio de WhatsApp, denunció un supuesto caso de protección al narcotráfico por parte del actual gobierno.  Hoy en día, en todas las ciudades, las provincias y las calles por culpa del narcotráfico y el contrabando se despliega la violencia que ha penetrado definitivamente en la vida cotidiana de los ciudadanos. Y tenemos robos casi todos los días y tenemos asesinatos muy a menudo y tenemos sicarios para hacerlo día tras día y las armas están circulando y apareciendo y no solo en Santa Cruz, El Alto, el Chapare Tropical otrora “edén” de Cochabamba, no nos excluye de estar al mismo nivel de Guanajuato, pero también hay otras razones. Una razón son las crecientes diferencias entre policías malos protegidos por el MAS-IPSP y “policías de bien” como las denuncias del valiente capitán Lara contra un Tcnl, Ortuño, que es un hecho fehaciente demostrando que la policía está mal comandada por los políticos civiles y la volvieron muy corrupta. Su operatividad depende del partido en el poder.

Se olvidaron que dentro la función integral de la policía el significado preventivo que es el patrullaje a pie y además de la función de los agentes de parada (ex varitas), dicha función hoy en día lo están cumpliendo los guardias municipales de movilidad urbana para contrarrestar la incompetencia en las funciones que depusieron los policías. Sin embargo, con los últimos hechos, debemos admitir que no sabemos qué le estamos pidiendo a la policía. Cuando intervienen para enfrentar a los que perturban el orden los maldecimos (como periodistas y medios, pero también como ciudadanos) y hacemos lo mismo cuando quedan espectadores apáticos de la acción de los matones del MAS-IPSP. La respuesta es que en la actualidad la policía está a órdenes y capricho del gobierno y muy lejos del servicio a la sociedad.

Estamos en un Estado caótico. La policía debería intervenir cada vez más, necesitamos una policía para la seguridad interna que incluye la protección de los ciudadanos y sus propiedades garantizando una vida cotidiana tranquila y finalmente tenemos derecho a exigir funcionarios policiales con buena educación, meritocracia, la limitación de la corrupción y la independencia del partido en el poder.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo