Noticias

¡EVO NO ES EL PELIGRO…!

Casi todos los cabecillas políticos —nunca hubo liderazgo político—, que han alcanzado el poder, han fomentado la división y, como resultado, han fracasado uno tras otro involucrados en actividades de corrupción. En esta dirección, nadie ha sido capaz de liderar solo a la nación boliviana. Por ello, el destino de la nación boliviana ha sido escrito por el factor de intereses delincuenciales.

Los regímenes totalitarios, además de llevar su autoritarismo, para construir una sociedad ficticia por la fuerza, para ello, abarcan todos los aspectos de la vida de las personas y utilizan todo tipo de métodos. Tienen siete características: no poseen ideología, hacen crecer el gasto público, una policía a su disposición completamente equipada, control monopólico sobre los medios de comunicación, control prebendal y clientelista sobre las FF.AA., control monopólico sobre los cuatro Órganos del Estado y control monopólico sobre todas las empresas estratégicas del Estado.

El modelo político del MAS-IPSP está marcado por el estancamiento gradual, el estancamiento de la vida política y pública. La destrucción de la política de competencia y la sociedad civil utilizando las estructuras de poder, sobornar al público con programas populistas y callar la boca utilizando los medios de los contribuyentes bolivianos, así como el apoyo incondicional y la confianza de los «servidores públicos» de los cuales en 2001 se contaba con 38.258; en 2013 subió a 297.039 y en 2022 tenemos 580.000 partidarios del MAS-IPSP ¿Algún momento querrán dejar sus cargos? De esta manera arrastraron a los bolivianos al sistema «unipartidista» (Partido Único o Partido Estado) en este sistema es normal intimidar y castigar a segmentos sociales o a toda la sociedad para lograr sus fines, esto provoca que en este régimen existan prácticas como la persecución política, tortura, ajustes de cuentas, los asesinatos, persecución judicial y la cárcel.

Los militares y la policía perdieron la dignidad al haberse sometido al gobierno del partido único como en los regímenes totalitarios. Se confió únicamente a la autoridad civil que tienen a su cargo de grupos irregulares violentos (milicias), quienes ponen en primer plano la democracia civil en lugar del militarismo para mantener a los militares y policías fuera de la política, subordinándolos a la autoridad civil. En este sistema unipartidista se intenta unir a la sociedad en torno a ideologías que prometen un futuro utópico, y se obliga a toda la ciudadanía que sirvan a esta ideología. El objetivo es crear un único tipo de persona adecuada a esta ideología. Por otro lado, el régimen de partido único en Bolivia está tratando de rediseñar la libertad y democracia a sus partidarios con el Estatuto Orgánico del Movimiento al Socialismo, en cuyo contenido exponen ser verdaderamente totalitarios. Además, imponiendo obediencia a la autoridad, ratificando el respeto al liderazgo nato de Evo Morales, esto es común en las estructuras de los regímenes fascistas.

Esto, por supuesto, es una situación malsana, es el resultado de la última década con la complicidad de algunas autoridades gerentes o dueños de siglas políticas supuestamente opositores que apoyan al MAS-IPSP. Destruyeron la competencia política, también destruyeron las condiciones previas necesarias para el desarrollo del pensamiento político. La sociedad, a su vez, se ha vuelto dependiente de muchos programas estatales ineficaces. ¡Por ello el consorcio MAS-IPSP es el peligro!

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo