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EL LIDERAZGO DE EVO MORALES NO ES DE ESTE MUNDO

La denominada clase política, los politólogos, los falsos politólogos, los analistas sociales, cosmólogos, hasta los yatiris están siendo sacudidos por las entrevistas de los medios por el caso de la “inocente silla” que impacto en la humanidad de Evo Morales; quien fue el “títere principal” del programa del ex “Foro de Sao Paulo”. Si bien se han hecho muchas acusaciones después de su “renuncia” y su cobarde “huida” en noviembre de 2019, todos los dardos apuntan nuevamente a objetar el liderazgo del “cocalero” del Trópico cochabambino. Si bien la posible reacción de los politiqueros y toda la sociedad boliviana se ha convertido en una cuestión de curiosidad, también es importante que el ataque tenga lugar en concomitancia con la resolución 408/2020 de la Jueza de La Paz; Claudia Castro que ordena la anulación y archivo de la investigación contra el expresidente Evo Morales, García Linera, Quintana, Arce Zaconeta, Romero, y otros involucrados en el caso fraude electoral. Si miramos el pasado reciente, vemos que las ambiciones de estos funestos personajes coinciden con los objetivos del ahora “Grupo de Puebla” que debería preocuparnos a todo el entorno societario boliviano y al Continente Americano. Se han tomado muchas medidas para evitar que el MAS-IPSP retorne a gobernar el país, sin embargo, la complicidad en las elecciones generales de octubre 2020 fue tolerado y avalado por el señor Romero y el TSE al no anular la personería jurídica del MAS y sacarlos de la contiende electoral, además de las denuncias de un supuesto cambio drástico y misterioso en la tendencia del voto, luego de que el sistema de resultados preliminares (TREP), fuera suspendido por casi 24 horas y el actual dudoso padrón electoral.

En este contexto, también comenzaron con una seria estrategia conspirativa para tratar de acortar el poder político. La finalidad del viejo MAS-IPSP, que comenzó en 2006, además de querer convertir a Bolivia en una nuevo Vietnam, la amenaza de guerra civil se convirtió gradualmente en uno de los focos de las luchas de poder de sectores de los cocaleros y productores de sus derivados. A medida que la presencia de Evo Morales y su banda en el país se convirtió en una guerra por poderes con la intervención de muchos actores del exterior y sus compromisos sobre el terreno también cambiaron. Mientras tanto, la nueva generación y nuevos actores políticos del MAS-IPSP (tecnócratas) tratan de destacarse desde el inicio de la gestión del presidente Arce Catacora con políticas ambiguas, pero más o menos estables para Bolivia. Al mismo tiempo los poderes del mal, los terroristas, narcotraficantes, corruptos y otros están siendo resistidos como lo ocurrido con el “sillazo” en la localidad de Lauca Ñ, los fugados de noviembre 2019 están experimentando tensiones en el centro mismo del origen del MAS-IPSP.   

El liderazgo de Morales, por otro lado, sigue apoyado por toda la calaña de los populistas de la línea de Fernández, Maduro y Lula, aunque tiene varios problemas con la administración en la nominación de los candidatos para las subnacionales. Por ello el liderazgo de Evo Morales no es del mundo de los ciudadanos que prefieren vivir en libertad, paz y tranquilidad. Aunque algunos que pertenecieron a la administración Morales/García Linera afirman que el país debería estar totalmente bajo el control del ex régimen del viejo contexto del fallido Proceso de Cambio. Usando presión económica y de los grupos del Estado Paralelo sobre la administración de Arce/ Choquehuanca. Por otro lado, Morales ha entrado en una seria lucha de poder por triunfar en las elecciones subnacionales. Teniendo la cooperación de sus arcaicos y leales socios. El liderazgo de Morales no es de este mundo; sino es del bajo mundo tratando de reducir la esfera de influencia y control de Bolivia. Busca fortalecer su influencia desde las Gobernaciones y los Gobiernos Municipales.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo