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El censo un arma de chantaje entre MASistas

En Bolivia hay una política de rechazos y chantajes al interior de los partidos políticos y en las acciones de los supuestos líderes —caudillos—, para lograr el objetivo de empoderarse en el gobierno. Popular y especulativamente se atribuye a Maquiavelo la famosa frase “el fin justifica los medios” (il fine giustìfica i mèżżi), según la cual cualquier acción del “gobernante” estaría justificada, aunque en contraposición a las leyes de la moral.

Con el “Censo 2023” asegura la redistribución económica del Pacto Fiscal; revelaría el Padrón Electoral fraudulento y con ello los fraudes electores; y la nueva distribución de escaños de acuerdo al incremento poblacional. De esta manera Arce Catacora y Evo Morales nos enfrascaron en su disputa interna, que por ahora el gobierno tiene la sartén por el mango sin intenciones de ceder a su autoritaria determinación de Censo 2024.

Primero: Arce y Choquehuanca se resisten a cumplir con el Estatuto Orgánico del MAS-IPSP y coquetean con los responsables de otras siglas políticas (PS1, FRI, UCS y otros) y por intermedio de los ministros de gobierno y de defensa en sus embusteras luchas contra el contrabando y el narcotráfico entraron una serie de “champa guerras” agrediéndose entre ellos y sus cómplices. Segundo: Tenemos un Morales nombrado líder nato, a las Seis Federaciones del Trópico dueños del MAS-IPSP que insisten que Arce y sus tecnócratas generacionales cumplan con el Estatuto Orgánico, sin embargo ¿Por qué no los juzgan y sancionan en sus tribunales de disciplina y ética? Por la sencilla razón que entre los dirigentes del consorcio político se entrabo una suerte de intereses que más son amarres entre secuaces en la complicidad para conservar el actual Padrón Electoral con la postergación del Censo. O sea, con el Censo 2023 el más tiene sus días contados y ahora la suerte del MAS-IPSP está en las manos de Arce. Consiguiendo ello entrarían en conciliar acuerdos o pactos para seguir en el poder y convertir a Bolivia en un Estado totalitario.

Esta actitud nos demuestra que el MAS-IPSP no está unida por valores ideológicos, sino por la idea de perpetuarse en el poder, porque volvieron para quedarse en el poder en el modelo de un rancio “socialismo comunitario”. Con el conflicto del Censo está cada vez más obvio que hay partidos, agrupaciones y lideres (dueños/gerentes) políticos que son condescendientes y funcionales a este modelo del consorcio político oficialista y reflejando los aspectos negativos para los bolivianos. El tema de coyuntura política nacional es que en este tipo de configuraciones tenemos una política de negaciones y chantajes.

La sociedad no puede sobrevivir mucho tiempo sobre los principios del maquiavelismo. Las sociedades enfocadas solo en el orden y la estabilidad del gobierno y el Estado no son solo sociedades. Son más como un castillo con cimientos de barro. Se deterioran rápidamente y en poco tiempo. Para evitar que esto suceda, la sociedad debe garantizar urgentemente el Censo 2023. El primer supuesto para eso es un gobierno justo, un Estado justo. Sin un Estado justo, la sociedad cae en un estado maquiavélico en el que todos tienden a explotar y amenazar al otro. Sólo un Estado justo puede generar una sociedad justa.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo