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Deslealtad a su sociedad, a su constitución y a su institución

Lo dijo Confucio: “El sabio no considera el oro y el jade como preciosos tesoros, sino la lealtad y la buena fe”. La lealtad ¿Qué es exactamente? En el trabajo, la lealtad significa demostrar una gran lealtad hacia el empleador. Ese empleador es la sociedad en su conjunto, no es un partido político. También significa saber ser rectos y honestos, y por lo tanto demostrar probidad sin afectar nunca nuestros valores morales. Es, en definitiva, demostrar una inmensa dedicación a la vocación del servicio.

Leer ¡comunicados de aclaraciones públicas! y más aún que llevan como firma “La gestión del cambio y fortalecimiento”. En el “alma mater” catedral de la formación policial se inculca, incluso a palos que la doctrina policial es el conjunto de dogmas, creencias, principios o concepciones teóricas que forman parte de la función constitucional de la defensa de la sociedad y de ese amor a la institución. Cuya finalidad es orientar la acción o ayudar a interpretar los hechos. La aclaración para desvirtuar a un policía, sea jubilado, activo, o por algunas circunstancias dado de baja. Estas aclaraciones dan una sensación horrible, ¿no? Te lleva hasta las entrañas. Es extremadamente molesto descubrir que alguien en quien confiabas ha abusado de esa confianza. El vínculo que creías tener se ha roto, quizás de forma irrevocable, y todo el tiempo, esfuerzo y amor que pusiste en las aulas del aprendizaje. Una relación que de pronto se ha desperdiciado.

La traición puede tomar muchas formas. Puedes traicionar a tu pareja saliendo con otras personas; tu país, vendiendo sus secretos; tus amigos, hablando mal de ellos a sus espaldas. Puedes traicionarte a ti mismo al no estar a la altura de tus propios principios. Pero traicionar la esencia de la profesión y en este caso de la C.P.E. Art. 251. (I). “La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público […]; la L.O.P.B. Art. 1º. “La Policía Nacional es una institución fundamental del Estado que cumple funciones de carácter público, esencialmente preventivas y de auxilio […]” y la ley Nº 101 Art. 11. (4) “Incumplimiento a instrucciones superiores, salvo que sean contrarias a las normas vigentes o que hubieran sido objeto de representación”. Art. 14. (8) Ordenar, instigar o ejecutar servicios policiales para fines ilícitos.

Estas traiciones tienen efectos nocivos que pueden llegar muy lejos. Es que la traición puede verse como un signo de debilidad y prebenda. La lealtad puede interponerse en el camino de la justicia. Es un elemento disuasorio que anima a no cuestionar ciertos hechos. Este compromiso total con una persona o causa tiene prioridad sobre su capacidad para criticar realmente el objeto de su lealtad. Y tal lealtad puede tener consecuencias nefastas. Tomemos el ejemplo de los policías que muestran una lealtad inquebrantable al MAS-IPSP, o los denominados “interculturales” que muestran una lealtad criminal al mal parido “Proceso de Cambio”.

Con todo lo escrito, es fácil decidir “se los advertimos” o “era obvio que la gente se rebelaría algún día”. Nadie ve venir una confrontación fratricida. Pero en verdad, nadie escuchó los gritos de auxilio ante la arremetida policial contra pueblo cruceño, aunque hubo señales de advertencia que reforzaban el sentimiento general a la decadencia de un consorcio criminal al mando del Estado, despertando un racismo latente entre todos.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo