DEFENSA DE LA FUNCIÓN INTEGRAL DE LA POLICÍA BOLIVIANA
El caudillismo ha sido asociado siempre con la violencia inherente a la revolución socio-política. El establecimiento del gobierno oclocrático en Bolivia, agrega a las dimensiones de las relaciones del Estado a la “lucha entre las 36 supuestas nacionalidades” y presenta el problema como unidad en la pluriculturalidad entre las mal denominadas clases sociales.
Han ocurrido muchas cosas desde la ascensión al poder del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) cuyos falaces principios de su Estatuto Orgánico, establece “a. Construir una nueva conducta revolucionaria con identidad pluricultural basado en el Estado plurinacional de Bolivia “Ama Suwa, Ama Kella, Ama Llulla”: “no ser ladrón, no ser flojo y no ser mentiroso, no ser llunku”, “ivi maraei” “tierra sin mal”, “teko kavi” “vida buena” en los diferentes niveles estructurales orgánicos y del Estado Plurinacional, “Suma Qamaña” para vivir bien; b. Nuestros principios deberán estar en el lineamiento de nuestro líder JUAN EVO MORALES AYMA “Estamos en el Gobierno para servir a nuestra Patria obedeciendo al pueblo, con honestidad, sacrificio y entrega total. Estamos construyendo el poder del pueblo. Por eso los servidores públicos tienen que ser revolucionarios al servicio de su pueblo. Aquellos que caen en la corrupción no sólo cometen un grave delito, si no son traidores a nuestros principios”.
Sin embargo muchos elementos de la situación del neoliberalismo corrupto de antaño, no han cambiado. Estamos enmarañados sin saber exactamente qué sistema de gobierno tenemos, porque en cinco Artículos y en seis oportunidades la C.P.E.P. nos reconoce como “República” siendo este el peligro, porque con cualquier excusa desean modificar esta nueva Constitución, para consolidar su deseo de contar con un gobierno vitalicio, monopartidista y además del control total como en un Estado Gendarme. Y el riesgo para la institución policial, en esta reforma es consolidar el cercenamiento de sus funciones principales de la profesión de policía establecidas en la Misión Constitucional.
El primordial propósito de este artículo, es el de analizar las relaciones actuales de la Seguridad Ciudadana. Como profesionales policías considero que deben tomar en cuenta que no adopten modelos de lucha contra la delincuencia y el desorden de otros países, considero que tienen toda la capacidad para adoptar un modelo estrictamente nacional, acorde a la idiosincrasia de nuestra sociedad, puesto que la actual es hasta inconstitucional, porque cuando se refiere a “Ciudadana”, estarían restringiendo este derecho solo para los ciudadanos mayores de edad; la C.P.E.P. en el Artículo 144, en el parágrafo I dice: “Son ciudadanas y ciudadanos todas las bolivianas y todos los bolivianos, y ejercerán su ciudadanía a partir de los 18 años de edad, cualesquiera sean sus niveles de instrucción, ocupación o renta”.
En la política pública acerca de la seguridad de los estantes y habitantes en Bolivia es necesario considerar las continuidades y discontinuidades de la injerencia política; los cambios en favor del entorno social no se están dando en cumplimiento de función constitucional; los cambios en el “proceso de cambio”, y más ampliamente aún, los cambios en el mundo. Por lo tanto, deben preocuparse los policías por las acciones politiqueras en pro de algunos sectores que viven de lo ilícito, considerando también las diferentes posiciones adoptadas hoy por otros gobiernos y Estados populistas —especialmente Venezuela—.
Consecuentemente, este artículo se basa considerando tanto a la teoría socialista boliviana y socialista marxista como a su práctica en aspectos atinentes a los papeles que desempeña la función policial para alcanzar el bien común.
La doctrina institucional es uno de los elementos importantes que constituyen la vida subjetiva de la Policía Boliviana. Es posible encontrar ciertos grupos “rastreros” que hacen uso de la institución del orden para beneficiarse de los beneficios políticos; pero esos no pueden obscurecer los altos ideales de la función policial que enseña a la gente a proceder honesta y correctamente. Los efectos de la doctrina policial honesta, la ley, y la moral en el mantenimiento de la moralidad pública y del orden social, en el fomento de lo mejor de la naturaleza humana y en la promoción de relaciones armoniosas entre los pueblos son imperecederos, no en vano los policías son considerados “soldados de la paz”. A eso se debe que a través de los tiempos y de las intenciones de algunos gobiernos dictatoriales la policía subsiste perpetuamente con elevados fines y sus funciones, como la C.P.E.P., establece: “Artículo 251; I. La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único, en conformidad con la Ley Orgánica de la Policía Boliviana y las demás leyes del Estado. II. Como institución, no delibera ni participa en acción política partidaria, pero individualmente sus miembros gozan y ejercen sus derechos ciudadanos, de acuerdo con la ley”. Función constitucional que se debería desempeñar sin distinción de raza o de inteligencia, en los pueblos. La búsqueda de cumplir con el anhelo ciudadano del bien común es uno de los derechos humanos fundamentales que pertenecen a cada uno.
Ese derecho se ha ganado por medio de luchas sangrientas, sufrimientos y sacrificios de numerosos hombres y mujeres que anhelan la convivencia pacífica. Es, en verdad, adquirido por medio de un curso largo, duro y penoso. La libertad de pensamiento y de expresión ha sido reconocida oficialmente y protegida por la ley en todas partes del mundo desde el advenimiento de la era democrática, con la única excepción de los territorios fundamentalistas. Con el establecimiento de la dictadura totalitaria, las masas de pueblo bajo su dominio han sido privadas de sus libertades y sujetas a toda clase de persecuciones.
La pérdida de las libertades y la persecución política por los masistas, son atribuidas por algunos megalómanos jacobinianos. En realidad, la cosa no es tan simple como ellos creen; la causa verdadera es el sistema de dominio totalitario hegemonizado por los productores de coca. Para comprenderlo fácilmente, se debe recordar que el sistema de dominio fascistoide comprende el totalitarismo político, el monopolio económico y el control del pensamiento (monopolio ideológico). Esos tres aspectos se correlacionan y se apoyan mutuamente. Los masistas de sigla socialista comprada, usan el absolutismo político y de monopolio económico para obligar al pueblo a abandonar cualquier otra ideología y aceptar la ideología totalitarista, y entonces usan la ideología de un supuesto socialismo comunitario impuesta al pueblo como seguro para mantener su totalitarismo político y su monopolio económico. La práctica de la doctrina institucional en la policía es una cuestión ideológica. Mientras un policía tenga respeto a su doctrina nunca aceptará la ideología de sometimiento a su pueblo, a quienes se debe. Por eso los totalitaristas están decididos a destruir y a quienes piensan diferente.
Bolivia es un país de muchas nacionalidades, muchos idiomas y muchas culturas. Aunque en la antigüedad se produjeron guerras entre diferentes nacionalidades, en el curso de la evolución de la nueva forma social, las varias culturas han sido generalmente compatibles. Cada una ha mantenido sus creencias sin por eso entrar en conflictos con las otras o pretender interferir en ellas, en un modelo pluricultural. El espíritu conciliatorio y acomodaticio de la sociedad moderna les obliga a defender su Ley Orgánica, sin cambiar una sola coma, porque expresa la ideología del servicio a la sociedad, como resalta en lo principal: “ARTICULO lo. La Policía Nacional es una institución fundamental del Estado que cumple funciones de carácter público, esencialmente preventivas y de auxilio, fundada en los valores sociales de seguridad, paz, justicia y preservación del ordenamiento jurídico que en forma regular y continua, asegura el normal desenvolvimiento de todas las actividades de la sociedad. ARTICULO 2o. La Policía Nacional tiene a su cargo la totalidad de la actividad policial, centraliza bajo un solo mando y escalafón único los organismos policiales mencionados en el artículo 215 de la Constitución Política del Estado, con la finalidad de cumplir las funciones específicas que le asignen las leyes y reglamentos. ARTICULO 3o. La Policía Nacional es una institución cuyo desenvolvimiento se rige por la Constitución Política del Estado, la presente ley y sus reglamentos; no delibera ni realiza acción política partidista. Sin embargo, sus miembros pueden ejercer sus derechos de ciudadanía, de acuerdo a disposiciones legales”. Respetando al servicio hacia la sociedad, su origen y cultura. Este ha sido el origen de ese alto grado de armonía, antes de haber sido utilizados políticamente.
Con los triunfos electorales, gracias a la ayuda económica de gente de dudosa actividad, para comprar conciencias, todo el pueblo se encontró allí sumido en un abismo tétrico y miserable, no sólo los letrados. Pero los ideólogos en una doctrina diferente se encontraron sometidos a una persecución doble, con ayuda de algunos serviles policías; por una parte quedaron sujetos al yugo esclavizante, y además debieron sufrir una vigilancia más estricta aún, acentuada por vejaciones sicológicas. La razón se encuentra en que, para los masistas la auténtica ideología y la doctrina institucional constituye una “herejía” que penetra hasta lo más profundo del alma del “enemigo” y debe, en consecuencia, ser completamente destruida.
Así pretenden destruir la integridad de la Policía Boliviana. No existe diferencia mayor entre el régimen oclocrático y otros regímenes de índole populista en lo referente a los motivos y fines de su intolerancia y persecución política. Sin embargo, los ideólogos politiqueros y afines a las FF.AA. del MAS-IPSP lo hacen con mucha mayor brutalidad, dándose al mismo tiempo maña para ocultar sus acciones con el fin de engañar al resto del mundo. Esas tretas han valido a los oficialistas de turno que muchas organizaciones sociales y personas que aprecian en sumo grado los principios ideológicos, no hayan recibido la verdad de lo que ocurre al interior de nuestro país. Algunos que han visitado Bolivia han llegado a creer las patrañas de los supuestos demócratas socialistas comunitarios y pensar que existe en esta, libertades. Solo los perjuros se inclinan a postrarse y aceptar a los verdugos de su institución con intuiciones metafísicas, más bien que con discriminación, venganza y odio racional.
Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo
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