De Policía del pueblo a mercenarios contra el pueblo

«Protectum populi suprema lex» (Ley suprema del pueblo protegido), así reza el lema de la Escuela Superior de Policías (E.S.P.), de cuya escuela de pos grado egresan oficiales superiores capacitados para ser “comandantes”. La policía es la organización y el conjunto de medidas encaminadas a garantizar el orden público de un Estado, de una institución pública o privada o de un grupo social, etc. Tiene como objetivo garantizar el orden, la tranquilidad, la salud y la seguridad de las personas y los bienes.

El significado de «mercenario» en el diccionario Larousse dice: MERCENARIO, An.y adj. (lat mercenarium). Soldado que sirve a un gobierno extranjero a cambio de un estipendio convenido. 2. Persona que realiza cualquier trabajo por una retribución. 3. Persona que sustituye a otra por el salario que le da. Entonces el mercenario es aquel que llega a territorio extranjero para involucrarse en una guerra, pero que no es parte del conflicto. Viene a sacar provecho de sus talentos, le pagan por eso, por participar en estas operaciones.

En octubre de 2019 un grupo valientes policías se volvió a encontrar con su pueblo. Porque asimilamos lo aprendido de nuestra experiencia histórica centenaria, hemos vivido durante décadas, separados de nuestro pasado y de nuestra experiencia. En 14 años que como policías conocemos la realidad sobre la corrupción, el narcotráfico y de todos los ilícitos; sin embargo, su memoria fue reemplazada activamente por esquemas de politiquería y su gran verdad: la verdad criminal del partido totalitario oficialista. Aquellos que han soportado la carga sangrienta de la guerra falsa contra el narcotráfico, el crimen organizado, etc. etc. no están demasiado inclinados a recordarse a sí mismos como mártires; se sienten mejor como héroes sobre los lomos del MAS-IPSP y del Crimen internacional bajo banderas jaqueadas multicolores que no representan al verdadero pueblo. El ciudadano boliviano ha entendido esto durante mucho tiempo, y apenas estamos comenzando a entenderlo ahora ¿Cuántos errores se está cometido en el camino histórico de Bolivia y su Policía?

Así que quizás en este primer cuarto del siglo XXI dejemos de ser tontos. Veamos la verdad sobre nosotros mismos. Incluso poco atractivo. La verdad en la historia es una función inequívoca de mercenarios disfrazados de policías a merced del gobierno ilegal, corrupto y fraudulento, ello nos enseñó las lecciones del 21-F, los fraudes electorales e instalaciones policiales incendiadas. Ya no son lecciones que aprender de una mentira, excepto una nueva mentira.

Los comandantes y coroneles deberán recordar el lema de la E.S.P. y la función de policía para no prestarse a los intereses como mercenarios pagados con prebendas para arremeter contra su propio pueblo. Denuncian que algunos mercenarios extranjeros que fueron camuflados con el uniforme policial y son quienes dan las órdenes, según las fuentes además de tener el aval de estar operando en un Estado de total impunidad para los oficialistas. Los hechos delictivos en “Las Londras” y la “operación Pumari en Potosí” nos muestra cuán imposible, pero cuán importante es preservar la humanidad, la moral, la ética, la decencia y la dignidad en las etapas más fatales de esta historia boliviana. Las situaciones psicológicas en circunstancias críticas se convierten en traumas intensas, y las características exactas de varios tipos humanos hacen que los ciudadanos sientan constantemente su presencia entre los personajes que irradien la inseguridad y haga sus propias elecciones morales. Señores coroneles y comandantes solo les queda cumplir con la C.P.E., la L.O.P.B. y su lema de la “Ley suprema del pueblo protegido”.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo