LA PONEROLOGÍA EN EL CARISMA DE ÁLVARO GARCÍA LINERA
En 18 de diciembre de 2005 empieza la zozobra en la sociedad boliviana, se apaleaba a quienes usaban corbata, aparecían grafitis en domicilios particulares con la inscripción “próxima propiedad social” como politólogo me empezó a llamar la atención este tipo de comportamientos —psicopatía política— y de donde se contagiaban.
Una vez instaurado el régimen del MAS-IPSP, se sintió suficientemente fuerte, nada que ver con la inteligencia, es más una cuestión de lógica, voluntad y ambición. Para llegar allí, probablemente necesitaban dinero en un momento u otro y para ganar este, solo Dios sabe qué acciones podría lograr: terrorismo, corrupción, asesinato, conspiración, …tanto que nunca lo sabremos. Disfrazado en el socialista del s. XXI, transformó la vida de los bolivianos de un modo más absoluto que cualquier plan anterior. Su mira era la “nacionalización de empresas” dirigida desde Cuba y Venezuela, para lo cual se estableció en el rey detrás del trono —Álvaro Marcelo García Linera— fijó como meta los niveles asiáticos de producción y tecnología. Como una marcha hacia la era de la abundancia comunitaria, pero en realidad fue el primer modelo práctico del totalitarismo absoluto moderno. García Linera también estudia y mucho, aunque nunca se supo si se hizo algún análisis psicológico. Sin embargo, su erudición es tal que su perfil encaja en la tipología clínica y psicológica del siquiatra polaco Andrew M. Lobaczewski, que expone muchas caractepatías concretas, que en la psicología se refiere a los trastornos de la personalidad, dicha disciplina se conoce como “Ponerología”.
En esta época del Proceso de Cambio, se rebela contra la hipocresía social, haciéndose pasar por “Licenciado en Matemáticas”, que había leído más de 20.000 libros algo que raya sobre las leyes básicas de la estupidez humana, aflorando su complejo de inferioridad que le impide reconocer su discapacidad, educado en el fanatismo religioso, visión económica ideológica, sin conocimiento sociológico o científico, corrupción y falta de moralidad… Un grupo de investigadores de la Universidad Norteamericana de Stanford, California, han logrado determinar que el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, podría tener un pacto con el Diablo, pues luego de apretados estudios, experimentos y análisis matemáticos llegaron a la comprobación que es en realidad un ser inmortal como lo es el retrato de Dorian Grey (Novela de Oscar Wilde). El hombre que está considerado como el desequilibrado más importante del s. XXI en Bolivia se ha ido preparando, probablemente sin saberlo, para manejar el totalitarismo sangriento. Dispone de un profundo saber por su locuacidad, fácilmente mezclando verdades y ficción, no tiene ningún sentido de culpa, parece tener inhabilidad de amar, tiene reacciones humanas naturales, se vuelve experto en nuestras debilidades y a veces efectúa despiadadas declaraciones públicas. Tiene conocimientos científicos, es un excelente encantador. Además, apuntan sus seguidores que ha nacido con las señales de Ponerós.
Estableció un sistema dictatorial de repartición de recursos con el solo fin de perpetuar a Evo Morales en el poder, sabiendo que es su seguro de vida en el futuro. Además de su reconocida historia de crueldad sin precedentes, la tecnocracia cercana al grupo palaciego tiene ciertas fallas intrínsecas que se destacan a medida que el sistema crece y se vuelve más complejo en el que muestra su verdadero carácter ponerólogo.
J. Waldo Panozo Meneces
Policía – Politólogo