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¡EL OCASO DEL CHOLO! O ¿DEL CAUDILLO?

Nunca se estableció de que mezcla racial nació el «Cholo». Surgió de la herencia colonial. Pero con seguridad no es “criollo”, no es “mestizo” y menos “originario”. Sin embargo, muchos intelectuales lo describen de la siguiente manera: individuo que no agradece, que le roba, le abofetea, le calumnia, le infama cada que se le ocurre, no se instruye, porque lo cree innecesario, no trabaja, porque prefiere vivir de la rapacería, prestándose para no pagar consecuente con su indignidad y con su transformación (el villano, esclavo del español, el villano verdugo del indígena). Un «Caudillo» es la persona que conduce un gran ejército o incluso una nación. Ello, de forma despótica y autoritaria. Se les suele conocer por la combinación de ambas facetas durante los siglos XIX y XX.

De lo que estamos seguros es de que el D.S. 21060 de 29/8/85 con la aspiración hacia un modelo alternativo en el marco de la democracia comunitaria, con el slogan de la “autoridad es servicio y no poder” engendraron para Bolivia desde la espesura del Chapare Tropical los dirigentes de la coca y sus derivados, llegando al poder por la pérdida de confianza hacia los partidos políticos tradicionales y la falta de líderes políticos fecundaron a Evo Morales.

Un dirigente que aprendió a vivir de la politiquería desde la dirigencia hasta llegar a la diputación asistido por políticos de diferentes siglas. Morales el cocalero usó como pretexto su pasión por el futbol. Alcanzó la presidencia de la República tan pronto como encontró la oportunidad para organizar un consorcio político de dirigentes de todos los rubros legales e ilegales. El pueblo conocía el pasado de Morales tomándolo como un líder probo y humilde y nunca votaron por presidente a un hombre que se contagió de la esquizofrenia con deseos de venganza por lo que le había pasado. Al ver la impotencia del pueblo para oponerse a las políticas nocivas de los intereses de los cocaleros del Chapare.

No fue un dictador no esquizofrénico sino un maníaco con aires monárquicos y absolutistas, también de acuerdo a denuncias polígamo, incestuoso, sátiro y pedófilo. Con deseos estalinistas e hitlerianos que sumergieron a Bolivia en odios raciales y venganzas fatales, que incluyen enfrentamientos entre bandas delincuenciales de narcotráfico y contrabando, también la aparición de mercenarios. Esta política está costando al país mucha sensación de inseguridad, sufrimiento y muerte. Este falso liderazgo ya no podía ser tolerado, por lo que en el seno del mismo consorcio del MAS-IPSP decidió el abandono de un rufián para dar paso a nuevas generaciones. Con base en estos hechos histórico-delincuenciales, se justifica su alejamiento, ¿un ocaso del cholo? O ¿del caudillo? que está siendo bienvenido y honrado por todos los bolivianos

Su loco sueño de considerarse líder perpetuo dejó a Bolivia en el atraso por detrás de otros países. El Chapare, los pueblos originarios, las murallas, las cárceles, incluso las propias manos de Evo Morales están manchadas de sangre inocente, es lamentable que, para él, no haya un castigo tan digno como el de los hermanos Limalobo, Rojas Echeverria, Murillo y otros corruptos, Morales es el único dictador inhumano que justificó la muerte sumaria en el Hotel “Las Américas”. Este hecho criminal y las innumerables denuncias de corrupción quedan como acciones injustificadas en el alma herida de todos los bolivianos. ¿Vale la pena llamar a crímenes y hechos de corrupción injustificados en una supuesta Bolivia soberana y democrática?

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo