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LAS RATAS EN EL NARCOESTADO NO TIENEN ESCRÚPULOS

A partir del atraco de Calamarca (1961) a la policía le responsabilizan de todos los males de los gobiernos para encubrir a los políticos inescrupulosos. Los políticos corruptos en función administrativa del Estado siempre han aprovechado los casos de drogas, contrabando, secuestros, asesinatos, violaciones, etc. como tema para distraer y blanquear los ilícitos de su gobierno. Sin embargo, estos hechos que hasta ahora sólo habían pertenecido a la ficción descritas en el libro de Levine la “Guerra Falsa; 1994. p.p. 49-63 y 95-107”, se están convirtiendo en una amarga realidad en el Estado Plurinacional. Mientras que los ciudadanos están espantados… y no ocultan esa sensación de inseguridad que sienten. ¡La violencia parece haberse apoderado en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Beni, Pando y casi todo Bolivia! Con declaraciones públicas de políticos oficialistas y opositores, caricaturistas y algunos periodistas responsabilizando a la noble institución policial de “crisis”, “descomposición” y de “problema muy radical”. Tal parecería que todos somos parte del horror como un libreto de Edgar Alan Poe.

Protagonista de la amarga experiencia de denuncias públicas de corrupción que realicé el año 1992 (Libro la Policía Boliviana; H.C.F. Mansilla. Ed. Plural). En la actual coyuntura la prensa propagandista publica que “El Ministerio de Gobierno recibió apoyo de los movimientos sociales” para no ser parte de la investigación; este nuevo escándalo que muestra a algunos policías corruptos que manchan a toda la Policía Boliviana. La policía no recibe este tipo de apoyos masivos porque ningún delincuente quiere al funcionario policía.

Siempre fue así algunos de los policías especialmente de los altos cargos que tienen la protección del poder ejecutivo en función de gobierno que encubren los ilícitos de estos, aprovechan como se conoce en la jerga del bajo mundo como “la zurdeada” para su beneficio propio y para cumplir con las cuotas para cubrir algunas necesidades del partido de gobierno y de quienes los mantienen en el cargo. Haber respondámonos a las siguientes hipótesis:

En el caso del ministro de gobierno ¿Será tan inocente? ¿Será tan ingenuo? La Orden General de destinos de la policía pasa por su despacho para la firma del Presidente del Estado Plurinacional ¿No se daba cuenta que el Director de la FELCC de Santa Cruz ya estaba varios años? Le encanta ir a Santa Cruz para dar las conferencias de prensa en que siempre estaba presente el Director de la FELCC ¿No se preguntaría, o daba cuenta que ya estaba varios años en el mismo cargo y a su lado? Todos las condecoraciones y distinciones se hacen conocer al despacho del Ministro de Gobierno ¿No sabían que eran condecorados narcotraficantes?  ¿No recibía información de su Departamento de inteligencia del Ministerio de Gobierno? ¿El Ministerio de Gobierno acopia todos los informes de inteligencia de la policía (COMANGRALPOLNAL, Direcciones Nacionales: DIPROVE, FELCN, FELCC, COMDEPOLs, y de otros rastreros policías a merced del gobierno) en Bolivia ¿Estos funcionarios fueron tan inoperantes?

El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres —13 años como Zar de lucha contra el narcotráfico— única autoridad realmente que no le hace mella todos los hechos de narcotráfico relacionado con su vice ministerio. Casos: Margarita Terán, tiene dos hermanas narcotraficantes y un tercero que fungía como agente antinarcóticos en Cochabamba, Gral. Sanabria, Pablo Ramos, Jorge Pérez Ardaya, Rómer Gutiérrez, Máxima Arias Calderón, Fabio Andrade Lima Lobo, Walter Álvarez A., Yidua Katty Orosco, Pedro Montenegro, Narco Alcaldes, Amauta Valentín Mejillones y una larga lista más.

HIPÓTESIS: de los hechos manifestados nos demuestra que estamos en una pulseta oficialista por demostrar su hegemonía de poder y el derecho para defender sus territorios para el dominio político, económico y mantener el control del negocio de las drogas.

Los policías de verdad no de los que se han teñido de verde para robar y encubrir se darán cuenta de la nefasta administración de la Policía Boliviana en todos los tiempos y con mayor énfasis con el gobierno del MAS-IPSP que no le interesa la institución ni la seguridad hacia la sociedad. Últimamente, algunos por conveniencia y otros por ese idealismo falso del socialismo utilizan para engañar a la humanidad, y que en la práctica sólo significa buena vida para los de arriba. Pero, por desgracia, eso no lo saben los que están fuera de la órbita del nefasto y corrupto populismo del s. XXI. Los ciudadanos y los policías honestos como tantos pueblos del mundo, deseamos precisamente el bien de la humanidad, se pone precisamente a defender y a ayudar a la lucha contra la corrupción, que disfrazados de lo que sea, son los enemigos de la humanidad. ¿Cómo es posible la coexistencia pacífica y hasta amistosa con gente que no admite esa coexistencia, sino solamente cuando les conviene? Gente cuya teoría se base en la conquista del mundo entero, a las buenas o a las malas, ¿Para forzar a todos a vivir bajo su interés del totalitarismo abominable e implantar el terrorismo, secuestros y el negocio de las drogas? ¿Gente que mantiene que el fin justifica los medios a utilizar?

Es importante enfatizar que las ratas en un narcoestado no tienen escrúpulos en el que algunos malos policías mezquinos se prestan al papel de tontos útiles de los políticos. La gran mayoría de la población está en desacuerdo con un narcoestado. Esto lleva a mencionar un importante tema que debería preocupar profundamente a los bolivianos, y al mundo: la marcada división entre la institucionalidad, opinión pública y la política pública, una de las razones del temor, que no puede dejarse de lado, de que “el sistema” del Proceso de Cambio en su totalidad sufre un problema real que augura “el fin de los históricos valores de libertad, fraternidad y democracia con seguridad ciudadana.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo