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En pocas líneas el Foro de Sao Paulo

Hubo un tiempo en que las revoluciones burguesas (jacobinos) en lucha contra el feudalismo lanzaron el seductor lema de libertad, igualdad y fraternidad; pero la burguesía lo enarboló, ante todo, para desplazar a la nobleza y despejar el camino al capitalismo. Luego, a medida que fue consolidando su poder, la burguesía abandonó más y más esta divisa.

Ahora, los populistas (progresistas), aunque continúan especulando con el lema de libertad, igualdad, fraternidad y democracia, recurren cada vez con mayor frecuencia a la dictadura descarada. En los países denominados “progresistas” —izquierdistas, socialistas del s. XXI— aparecen los siniestros síntomas del empuje de la reacción y el fascismo. Precisamente esta vía reaccionaria es la que ha emprendido el denominado “Foro de Sao Paulo”, donde quienes piensan diferente, son perseguidos las fuerzas democráticas y se concede plena libertad a las organizaciones fascistas revanchistas. La línea tendente a una descarada dictadura se ha precisado en Venezuela y Nicaragua, donde son pisoteados los derechos democráticos y las conquistas de las masas populares.

El Foro de Sao Paulo creado en 1990 por Fidel Castro y Lula da Silva, con el objetivo de ser un instrumento unificador de los resabios de los izquierdistas en todo Latinoamérica. Su intención es dar supervivencia al régimen castrista de Cuba tras la caída del muro de Berlín y la caída de la URSS. La idea, es tomar la confluencia de la izquierda, los grupos terroristas y narcotraficantes de todo el continente americano. Esa tendencia es una mezcla de indigenismo, teología de la liberación, defensa medioambiental, igualdad de género. Pero el común es la defensa de Cuba castrista. Los órganos del Foro de Sao Paulo reciben orden de realizar manifestaciones, marchas patrióticas, ejercer presión política internacional, y enviar ayuda financiera al régimen de Castro. Por quienes acceden al poder en sus respectivos países, deben cumplir con esta obligación.

Por tanto, nos encontramos no ante hechos esporádicos, sino frente a una clara tendencia general, característica de muchos gobiernos del mundo con tendencia a fomentar el crimen internacional. Estas fuerzas políticas reaccionarias del Foro de Sao Paulo recurren a un viejo método antipopular: aprovechar los sistemas democráticos débiles y la formación de gobiernos de “mano dura”, Pero ahora, lo mismo que en el período de implantación de la dictadura fascista en Italia y Alemania, la tendencia a la dictadura descarada de los resabios izquierdistas ocultos en el socialismo del s. XXI no son signo de la fuerza del marxismo, sino de su codicia y la obsesión por el poder. Al mismo tiempo, no puede olvidarse que en un régimen de dictadura absoluta la reacción tiene mayores posibilidades de desencadenar la represión y el terror, de aplastar todo movimiento de oposición, de infundir a las mayorías el espíritu que a ella le conviene, de emponzoñarlas con el veneno del chovinismo y de quedar con las manos libres para aventuras militares. Por esto, los bolivianos debemos estar alerta, preparados en todo momento para hacer frente a la ofensiva de la reacción y a la amenaza de resurgimiento del totalitarismo. La unidad de las fuerzas democráticas, y, en primer término, de la ciudadanía honesta, es la barrera más segura que se levanta en el camino de la amenaza totalitaria de la corrupción establecido por el MAS-IPSP en Bolivia.

J. Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo