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EL PELIGROSO CORPORATIVISMO POLÍTICO DEL MAS-IPSP

El corporativismo es una doctrina política que se estableció con en el catolicismo social en el s. XIX, una doctrina efectuada en el s. XX en sus diferentes formas, su característica principal es la organización de instituciones que reúnen a jefes y trabajadores sometiendo los intereses de estos últimos a los intereses de la corporación, lo que lleva a la desaparición de sindicatos independientes, partidos políticos y al establecimiento de un régimen autoritario que puede llegar hasta el totalitarismo.

En Bolivia surge con el lema de unir supuestamente a los originarios con la clase media y enmendar el problema de hace 527 años que los europeos impusieron en América y los años no han hecho más que profundizar la brecha que existe entre los derechos y las demandas sociales, son, en realidad, nuevas formas de reparto del mercado capitalista moderno y se convierten en focos de agudos roces y conflictos. En el campo del Proceso de Cambio actúan objetivamente y se entrelazan dos tendencias: una, la unificación de todas sus fuerzas fomentando la corrupción —contrabando, narcotráfico etc.— y otra, manejar el discurso de autonomía y lucha contra el imperialismo, sin embargo, sometidos a la voluntad de Rusia y China. Con el lema “Patria o muerte” no han logrado ni lograrán vencer la segunda tendencia. Su relación con el Foro de Sao Paulo no cuenta con fuerzas ni con medios para ver logradas sus pretensiones de salvar el falso “socialismo” y, menos aún, de implantar su hegemonía regional.

Causa que hace infundados los propósitos del MAS-IPSP al “unificar” a los cocaleros, sindicatos, movimientos sociales, empresarios oligárquicos y ahora algunas iglesias bajo la égida del corporativismo político. Es el incurable interés personal y sectario prebendal entre los socios corporativos. Las organizaciones internacionales izquierdistas, que surgen con el lema de socialismo del s. XXI, son, en realidad, nuevas formas de reparto de la administración del Estado. Cuanto más desnudas aparecen la esencia de intereses corporativos del MAS-IPSP, su ideología divisionista y su degradación moral, tanto más alto cantan sus loas contra el modelo neoliberal. Los ideólogos y políticos del MAS-IPSP se afanan por demostrar que disponen todavía de grandes posibilidades y “reservas” para su desarrollo especulando con nuevos fenómenos de la economía capitalista, presentan las cosas como si el modelo masista estuviera cambiando de naturaleza y poco menos que evolucionando hacia el socialismo. Todo eso, claro está, son engaños. En realidad, estos nuevos fenómenos confirman con la mayor brillantez el análisis que Lenin hiciera del imperialismo. Mostrando que no se opera ninguna “transformación” del capitalismo, sino que continúa, agravándose más y más, el proceso de su debilitación, de agudización de sus contradicciones, de aumento de su descomposición y parasitismo.

Así, el corporativismo político del MAS-IPSP no solo es un “modelo” que domina el sistema de relaciones de intereses con el Estado, sino también como un sistema de relaciones, cuyo significado y rol pueden ser marginales. Cuya tendencia electoral se ajusta más adecuadamente a la corriente principal de las relaciones del corporativismo estatal donde las corporaciones políticas mantendrán su lugar como un actor serio no solo en el campo económico, sino también en el político.

J.Waldo Panozo Meneces

Policía – Politólogo